Algunas de las mejores historias que conozco las he escuchado en las peluquerías. Empezando por aquella de Juan Peña, en mi Ibahernando natal, hasta la del entrañable Juan Barra, en la calle Pintores de Cáceres, donde como él me recordó en muchas ocasiones, había cortado el pelo o afeitado a cinco generaciones de mi familia. […]