>

Blogs

Con Alberto Manguel

Amigo de Jorge Luis Borges, al que sirvió de lector y lazarillo ocasional cuando él era tan solo un adolescente y el autor de ‘El Aleph’ un ciego venerable, Alberto Manguel fue el encargado de leer la primera ponencia en el Congreso Nacional de la Lectura que se celebró en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres a primeros de abril de 2006. Yo tuve la oportunidad entonces de hablar con ese argentino, editor y escritor políglota, que ha vivido en Israel, en esa fecha profesor de la Universidad de Ontario (Canadá) y que reside actualmente en un pueblecito de Francia.

Recuerdo que en su conferencia, el autor de libros tan esenciales como ‘Una historia de la lectura’ lanzó un alegato contra el proceso que transforma la obra de arte en simple valor económico, monetario; contra la visión utilitarista o de simple negocio a la hora de crear arte. Rescato la entrevista que le hice aquel día y leo: «Si el objetivo es la ganancia, la creatividad sale perdiendo». Estaba convencido de que nuestra época se caracteriza por el deseo de lo perecedero y efímero.

Acabo de leer en ‘El País’ la entrevista que le ha hecho a Manguel en su residencia francesa el también escritor y periodista extremeño Javier Rodríguez Marcos. Compruebo que Alberto Manguel no ha cambiado de opinión: «Estamos convirtiendo las escuelas en centros de adiestramiento. Han dejado de ser sitios en que la imaginación se desarrolla gratuitamente, por ninguna otra razón que para desarrollarla, y exigimos que la educación rinda cuentas». «Vivimos en una época en la que valores como brevedad, superficialidad, rapidez y simpleza son absolutos. Nunca lo habían sido. Los valores que desarrollaron nuestra sociedad fueron los de la dificultad (para aprender a sobrellevar los problemas), la lentitud (para reflexionar y no actuar impulsivamente) y la profundidad (para saber adentrarse en un problema). Si se prescinde de esos valores se obtienen reacciones banales, fácilmente manipulables». Cabe decirlo más alto, pero no más claro.

Cuando falleció el escritor y periodista Carlos Luis Álvarez, ‘Cándido’, un articulista que conjugó como pocos la inteligencia en el análisis con un humor descreído y zumbón, su colega Martín Prieto escribió un elogio muy certero: «Siempre le admiré desde que, adolescente, leí un artículo suyo que sólo relataba sus reflexiones viendo por una ventana a un obrero apaleando arena… Era un folio, pero para escribir aquello era requisito previo haber leído a Heidegger». En aquel artículo Cándido se valía de un «asunto elemental» (algo tan aparentemente anodino como un obrero cargando arena en un camión) para meditar sobre la lógica interna de esa realidad y las diversas imágenes del fenómeno que percibirían todas las personas que pasaban por la calle. Y citaba incluso a Bertold Brecht: «La noche en que fue terminada la muralla china, ¿a dónde fueron los albañiles?».

Todavía no me veo como el náufrago a punto del rescate. Pero me daría con un canto en los dientes si al hablar de Manguel, de Heidegger o de Brecht nadie me preguntara por cuánta pasta salían a fin de mes o para qué demonios sirve todo lo que han escrito. Y el obrero de la pala, a lo suyo, que siga cargando arena en el camión.

Juan Domingo Fernández

Sobre el autor

Blog personal del periodista Juan Domingo Fernández


septiembre 2010
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930