Si observo el panorama político nacional que dibujan las redes sociales ahora mismo, me dan ganas de cerrar los ojos y echarme las manos a la cabeza. La crispación sube como la leche hirviendo. No se trata de apocalípticos o integrados, de crédulos o pesimistas, sino de posturas cada día más radicalizadas e irreconciliables. Acabamos […]