>

Blogs

Los anticuerpos del valor

Pregunto por un amigo al que no veo desde hace tiempo. En el bar que ambos frecuentamos, reabierto en la fase 3, me aclaran que ha pasado por allí esta misma mañana. Y que ha cogido –como la mayoría– algunos kilitos… «Vamos, que está gordo como un tejón», resumo. Tras la barra aportan más detalles. «Es que no camina, no anda nada. Yo ya se lo he dicho: ‘Tienes cáncer, pero no te han cortado las piernas’, debes darte a diario una buena caminata por la Ronda Norte o por el sitio que te apetezca». La verdad es que mi amigo está pendiente de otra intervención quirúrgica (ese tipo de cirugías pospuestas ante las ‘urgencias’ de la pandemia) aunque, según entiendo, tal circunstancia no le impide obligarse a un programa regular de ejercicio físico y puesta en forma… Mi amigo goza de un notable sentido del humor, tan excelso, paradójicamente, como su ‘derrotismo’: para él no hay males mayores que los suyos, ahí nadie le gana.

Qué distinta la actitud, pienso para mí, de Lola Dorado, la psicóloga fundadora de la Asociación ELA Extremadura, a quien entrevistaba A. Gilgado el pasado martes en las páginas de HOY. Diagnosticada desde hace una década de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en aquel momento le dieron tres años de vida. Su posición frente a los problemas de salud y el carácter optimista se resume en unas pocas frases que resuenan a sabiduría intemporal: «Las defensas bajan cuando uno está angustiado. No hay que vivir con miedo. No tenemos derecho a perdernos la vida». «Soy una disfrutona, cuando me levanto y desayuno pienso, ¡qué privilegio!, ¿sabes cuánta gente con ELA no puede masticar». «No sé qué tiempo voy a vivir, pero que me quiten lo bailado».

Entiendo que ante los peligros haya que mantener, socialmente, actitudes precavidas. Más aún ante enemigos ‘abstractos’ o invisibles como los que ahora causan pandemias devastadoras. El miedo a lo desconocido. Pero una cosa es la precaución, la prudencia, el cuidado, la cautela, y otra muy distinta el miedo paralizante e infructuoso. El miedo que enajena, que se apodera de nosotros y determina no solo nuestras emociones, sino nuestra voluntad. En ‘Blade Runner’ se lo recuerda el replicante Roy Batty a Rick Deckard, a punto de precipitarse al vacío: «Es toda una experiencia vivir con miedo ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo».

Desde niños nos enseñan que hay que sobreponerse al miedo. Es necesario para crecer, en todos los sentidos. Por eso mismo, ‘temerle’ al miedo, ser consciente del riesgo, de los peligros, constituyen acaso los primeros anticuerpos de la valentía. De la voluntad de avanzar. Sin miedo no existiría la superación. Igual que ocurre con la luz y la sombra; o con las aves, que precisan de la resistencia del aire para volar. En fin, sé de un magnífico itinerario donde mi amigo podrá dar sus caminatas en la nueva normalidad.

Juan Domingo Fernández

Sobre el autor

Blog personal del periodista Juan Domingo Fernández


junio 2020
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930