Propósitos de estío | GRATIS TOTAL - Blogs hoy.es >

Blogs

Propósitos de estío

Antes de agosto casi siempre elaboraba una lista de libros para leer en el estadio mental –más que periodo de tiempo– que son las vacaciones veraniegas. Dejé de seleccionar lecturas por mala conciencia. Nunca conseguía terminar la serie de libros escogidos porque a mitad de trayecto, como en un jardín de senderos que se bifurcan, iban surgiendo nuevas tentaciones ante las que resultaba imposible no sucumbir. El encanto de las lecturas imprevistas.
Era un contrasentido porque me agobiaba la sensación de haber desaprovechado el tiempo, igual que a los malos estudiantes les puede el desasosiego cuando comprueban que se aproxima un examen. Atrapado en la trampa de quien se pone el listón más alto de la cuenta o de quien se marca tareas que exceden el placer del ocio y devienen en obligación, me consolaba a mí mismo con buenos propósitos: «El último año que selecciono lecturas estivales», pensaba en voz alta. «Que triunfe el azar…». Y me ponía a buscar la sentencia de Borges: En la vida da tiempo a leer unos doscientos libros con provecho, lo importante es saber elegirlos. Ya lo haré…
Durante bastantes veranos convivieron en mis preferencias los libros de Azorín y las novelas policíacas de maestros como John Dickson Carr, Michael Innes o cualquiera de los que aparecieron en aquella inolvidable colección de Selecciones del Séptimo Círculo, Alianza Emecé, creada por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Un tipo de historias –incluidas las de Agatha Christie– a las que me aficioné de joven y que representan para mí la lectura como puro placer, puro esparcimiento, la literatura como evasión. Sin necesidad de notas o subrayados.
El verano son los libros de Azorín (siento fervor por sus artículos). Y durante todo el año, ‘Las musarañas’, de José Antonio Muñoz Rojas en la pulcra edición de Pre-Textos. Raro será también que no relea algunas páginas de ‘El cuaderno gris’, de Pla. ¿La poesía? Tengo cerca a los poetas, pero prefiero no dar nombres.
He dicho que este año no voy a ponerme ‘deberes’, si bien tengo a mano un libro de Periférica: ‘El escritor en su paraíso’, de Ángel Esteban y desde uno de los estantes de la librería no dejan de retarme las más de 2.700 páginas de los cuatro tomos de otra obra auténticamente excepcional: las ‘Memorias de ultratumba’, de Chateaubriand.
Hasta aquí la conversación sobre los libros. Pienso seguir diariamente la prensa, entre otras razones porque pertenezco a una generación que necesita leer el periódico en papel y navegar algún rato por las ediciones digitales. Estoy seguro de que con ambos ejercicios se dará por satisfecha mi curiosidad acerca de la realidad política, económica, social… y se verá confirmado, igualmente, mi descreimiento en la condición humana. Así que, bien pensado, me dará igual meter en la maleta novelas policíacas o de misterio, pues echando un vistazo a los periódicos es probable que tropiece con decenas de episodios propios de novela negra. La vida misma. Otra cosa es que sienta necesidad de poesía y de belleza que conmuevan, entonces sí tendré que acudir a los libros.

Juan Domingo Fernández

Sobre el autor

Blog personal del periodista Juan Domingo Fernández


agosto 2014
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031