El valor del humor | GRATIS TOTAL - Blogs hoy.es >

Blogs

El valor del humor

EL humor es uno de los remedios más eficaces contra la bobería. No conozco a ningún badulaque con los dos dedos de frente necesarios para pensar por sí mismo y reírse de uno mismo. La gente demasiado solemne que se pavonea y se ufana no me parece fiable y creo que resulta nefasta más pronto que tarde. Carecer de sentido del humor, no dar muestras de la humanidad tolerante que implica la risa, revela alguna tara esencial.
«Más vale reír en una choza que llorar en un palacio», sostiene el dicho popular, a pesar de que todos conocemos probablemente a algún espécimen que se ejercita a diario en el error de la amargura, en el estéril ejercicio del mal gratuito. Los médicos y los responsables de la salud pública deberían poder prescribir productos que nos garantizaran la risa, o al menos la sonrisa, y los gobiernos deberían también disponer de profesionales que nos alegraran la vida, no como empleados de un imaginario centro orwelliano con teles de entretenimiento, sino como esforzados facultativos de la cordialidad, del desinterés y la nobleza.
La verdad es que planteado así suena a utopía o a propuesta de ciencia ficción, pero mucho más utópicos resultan algunos programas políticos y bastantes promesas electorales y el personal sigue picando y cae como ciquitrones en el sembrado. «Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes futuros», decía Woody Allen.
De no afligirnos una situación verdaderamente calamitosa, lo fácil sería aconsejar a quien necesita el bálsamo de la risa que prestara atención durante los próximos meses (hasta las elecciones de mayo de 2015, por ejemplo) a la marabunta de ocurrencias con las que seremos sistemática y cansinamente bombardeados por los diplomados en la venta de humo y otras variedades. Aunque quizás la recomendación no sea del todo benéfica pues quien sobreviviese al túnel de los escobazos bien podría creer que en el pecado lleva la penitencia. O dicho de otro modo: mucho ji-ji-ja-ja, pero seguro que el ‘valiente’ que se atreviera a ingerir todas las trolas (aun sin creérselas) terminaría como el negro del sermón, con los pies fríos y la cabeza caliente.
Reírse es bueno para la salud, se sabe desde los días de Aristóteles. Además de un beneficio personal, quien accede al privilegio del buen humor contribuye al bien de la sociedad, igual que quien cumple con sus preceptos cívicos, sean estos los que sean. Contribuir a una convivencia menos crispada debería deducir en Hacienda e incluso cotizar en el índice intangible de la calidad de vida. Si usted es una de esas personas que se levantan cada día con el propósito de hacer su trabajo lo mejor posible, de la forma más honrada y sin causar daño a sus semejantes, usted es uno de los escogidos por los dioses. Tal vez no figure en ninguna lista de ‘importantes’ ni le reserven migajas de ningún banquete principal. Pero seguro que duerme repanchingado y con la conciencia tranquila de quien no pierde la sonrisa ni en la adversidad. Bertrand Rusell lo resumió con menos palabras: «El buen humor es la cualidad moral que más necesita el mundo».

Juan Domingo Fernández

Sobre el autor

Blog personal del periodista Juan Domingo Fernández


septiembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930