No es que fuera el mejor director del cine español, ni el mejor productor, aunque era un primera clase en cuanto a cultura, educación, y “savoir faire” y su producción “Los Tarantos”, fuera nominada al Oscar a la mejor película extranjera. El título del libro de Jesús García de Dueñas – “José G. Maesso. El número 1”- se refiere al hecho académico de que Pepe había sido el primero de su promoción en la extinta Escuela Oficial de Cinematografía. Si quieren más detalles acerca de su dilatada y variopinta carrera, de sus raíces familiares en Azuaga , Llerena, Portugal y Badajoz, de sus riesgos empresariales y artísticos, de su faceta docente y de su personalidad, ahí tienen el libro, editado por el Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz.
Lo que quiero recordar aquí es el homenaje que le hicimos en el Festival Ibérico de Cine de Badajoz. Estuvieron Andrea Bronston (cantante que actuó en la gala e hija del mítico productor Samuel Bronston), el actor Manolo Zarzo, el montador Pepe Salcedo, el director de fotografía Fernando Arribas y más que se me olvidan, pero sobre todo recuerdo la presencia de Eugenio Martín, autor de la cult movie “Pánico en el Transiberiano” . Maesso le produjo “El precio de un hombre”, un gran western hispano a medio camino entre el spaghetti y el cine cortijero. Luego Mario Camus quiso hacer algo parecido en “La cólera del viento”, pero no le quedó igual. De todas maneras no olvidemos que Pepe, productor de ese “Django” y otros títulos de Corbucci que tanto han influido en la carrera de Quentin Tarentino, está considerado el creador del primer western almeriense de la historia, “Tierra brutal”, también producida por èl.
Y, el colmo de cualquier “freak” de la serie B española, gracias a este homenaje conocí a la mujer de Eugenio Martín, Lone Fleming, una “scream star” de los setenta, de la época de los terrores de Paul Naschy, Amando de Ossorio, y por supuesto de su marido Eugenio Martín, también chica de Saloon del desierto de Tabernas en más de una película . Luego la he seguido viendo en cortometrajes de gente joven a los que sigue prestándose (gratis et amore) como tantos otros actores y actrices de su generación. Aquel momento, en el vestíbulo del López de Ayala , para mí fue como revivir aquellas furtivas sesiones en cines de Sevilla como el Emperador, o el Palacio Central, donde me escondía de mis camaradas de los sesudos cineclubs, que automáticamente me hubieran retirado la palabra si hubieran sabido de mis inclinaciones hacia el terror erótico. Creo que Lone ha sido una de las pocas personalidades del cine a las que he conocido, y he conocido a bastantes, a las que les pedido un autógrafo.
(Conversaciones de Salamanca : Juan Antonio Bardem, José Gutiérrez Maesso, Luís García Berlanga, García Escudero y Jose Luís Saenz de Heredia)
Todo esto viene a cuento de lo feliz que fué Maesso aquellos días de primavera del 2003 entre nosotros, de su sereno temperamento plasmado en el documento audiovisual que hicimos de él, de la claridad de sus recuerdos e impagables anécdotas. Para mí, al margen de sus méritos y errores artísticos, Maesso fue un personaje clave en la historia de nuestro cine –participó activamente en las Conversaciones de Salamanca – y en el inicio del nuevo cine español abanderado por Berlanga y Bardem. Estuvo en momentos y situaciones claves para entender la auténtica historia de aquellos años. Conocedor de una amplia bibliografía cinematográfica en francés e inglés, cuando aquí sólo publicaba libros de cine la editorial Rialp. Profesor recordado por varias generaciones de cineastas ….Un extraño caso de empresario intelectual y académico en aquellos años en los que desarrolló el grueso de su filmografía.
Desde esta tierra extremeña suya y nuestra, también a veces brutal, como la de su película con Paquita Rico y Richard Basehart (sí, el capitán del Seaview), un recuerdo póstumo y agradecido al primer cineasta que nos enseñó a cabalgar por las ramblas de Almería.