Os escribimos desde el aeropuerto de Madrid pendientes de embarcar hacia Tenerife y conocer a nuestros compañeros de expedición.
Nada más comenzar esta aventura, más bien de camino a la aventura…nos hemos encontrado con una situación peculiar de la que hemos podido aprender. Aun teniendo todo previamente planificado, nos hemos dado cuenta que nos enfrentamos a situaciones no tan habituales para nosotros …y que surgen imprevistos que alteran nuestro plan previo.
Os va a parecer una anécdota, a muchos de vosotros os habrá pasado…y para nosotros ha supuesto una enseñanza interesante. Hemos llegado con a tiempo al aeropuerto…eso sí, justos. Hicimos la cola para facturar, también a tiempo…pero no por hacerla conseguimos embarcar. Había una cola de espera enorme que Iberia no organizaba ni distribuia en mostradores y andabamos confiados en que nuestro vuelo estaba siendo gestionado correctamente. Esperamos casi media hora. Al llegar al mostrador nos dijeron que ya NO nos permitían embarcar…¡Imaginad nuestra cara !
El argumento que nos daban era que el vuelo se había cerrado hacía unos minutos…y nosotros llevábamos muuuuuuchos en la cola.
Hemos perdido el vuelo, volaremos dos horas más tarde, por fortuna solo con una penalización económica…pero perjudicando las actividades previstas en Tenerife (IAC) con el resto de l grupo, compañeros catalanes y canarios.
Nunca un error, siempre un aprendizaje:
1. No debemos depositar nuestra responsabilidad en terceros. Atendimos a las indicaciones de personal de Iberia de no sacar la tarjeta de embarque por la máquina como nos decía el sentido común (hubiese supuesto no perder el vuelo a la hora de llegar al mostrador).
2. La asertividad es fundamental para solucionar los problemas. Lo sabemos muy bien después de hablar con Cruces, la responsable de A.Cliente de Iberia, con quien al principio nos costó hacerle entender lo que nos pasaba. Empatizar, llamarla por su nombre, dejar que nos aconsejara…escucharnos , ser sensibles a que cumple su trabajo, controlar la ansiedad por la perdida del vuelo…ha sido fundamental y finalmente nos ha dejado buen sabor de boca (y hemos ahorrado 1200 euros …que sumaban el resto de billetes)
3.Peluki, nuestra mascota, no ha perdido el sentido del humor…y eso siempre es importante!
Luego os subimos fotos! Vamos a embarcar. Ahora si que no se nos va el avión!
🙂