Jose Luis Quiñones
Se acabó la expedición, es sorprendente, pero en un primer momento no veo caras tristes, sino radiantes. Que vivencia!!, que experiencia!!, que lujo!!, se leen en las caras del grupo. El grupo de alumnos y todos los integrantes de la Expedición nos sentimos agradecidos y especiales. Las experiencias que hemos vivido en estas latitudes son…. únicas. Y poca gente tiene el privilegio de vivirlas. Os invitamos a que tengáis la pasión y las ganas por venir a descubrir estas tierras de contrastes y fuerza vital.
No por nada llamo Erif Ericsson a estas tierras: GreenLand, Groenlandia, (Tierras Verdes).
Creo sinceramente que una vez analizado los acontecimientos y experiencias vividas, se puede decir que ha merecido la pena semejante esfuerzo personal de Carlos y Miquel.
Se han logrado todos los objetivos con creces y han servido de plataforma sólida para próximas ediciones. Los jóvenes estudiantes han aprendido y puesto en práctica diaria muchas de las habilidades emprendedoras aprendidas, quizás ayudadas por los acontecimientos negativos inesperados y por los positivos esperados. El entorno ha sido ideal para este fin. No puedes idear un plan con tanta carga intelectual, emotiva y física en uno fácil y conocido.
Estos jóvenes estudiantes llevarán consigo, en su memoria, una experiencia intensa y un aprendizaje que les va a resultar muy útil como punto de referencia para solucionar sus propios problemas.
Por supuesto, estas palabras son valoradas desde mi punto de vista estratégico, como colaborador general independiente de la expedición y no como monitor encariñado con sus alumnos. Y por su puesto está reforzado por las reflexiones que estos chicos han mantenido conmigo a solas durante los días de convivencia. Estoy muy orgulloso de haber participado en la primera edición de un gran proyecto de edición y preparación de los jóvenes.
Habilidades como asertividad, comunicación, lucha anti-stress, solución rápida de problemas, negociación, conflicto de intereses, solidaridad, compañerismo, confianza, se han puesto a prueba y se ha logrado, por medio de la elaboración de un plan de trabajo personalizado y hecho a medida con criterio, por compartir con astrónomos profesionales una Expedición científica y por gracias del entorno de la belleza de día y noche de Groenlandia.
Ahora les toca a estos alumnos el gran proyecto de practicar, transmitir, enseñar al resto de su entorno sus experiencias, con ello conseguirán lo que David, el famoso astrofotógrafo que no recupero su maleta, consiguió con su actitud: construir su propio futuro y que no sean otros los que lo hagan por ti.