Si hija, sí,… todo entero. Se te vio todo entero. Con detalle. Sabemos que tiene una estructura simétrica en su desarrollo y algo diferente en su inicio. Algo tan privado se te quedó, por un descuido… ¡Ay! a la vista de todo el mundo. Y en la red.
No veas, qué sofoco. Una revolución mucho mayor que la histórica foto ‘solo con los pantys cristal’ de aquella marquesa pija llamada Marta Chávarri en una disco. Así pasaste luego ese rato de estrés y fuiste trending topic al momento.
Servidor, curioso y periodista, no pudo por menos que comfirmar si realmente el descubrimiento que circulaba por twitter era o no el de Paula Vázquez En persona. Y lo hice. Lamé al ya archiconocido número y resultó ser cierto. La familiar voz enlatada de la presentadora me lo confirmó. Y por si había dudas de que ese era su número privado de teléfono móvil, que es de lo que se trataba, la rubia gallega me dio otro móvil más, con la advertencia de que posiblemente me atendería Nuria. De ahí ya no quise pasar…
Luego te seguí en twitter . Desde ‘el cuidado que sale tu móvil’ que un tuitero con alma caritativa te hizo desde Canarias y la famosa pregunta ¿pero entero…? al desquicie de difundir los teléfonos de quien te llamaba; a la súplica de que te dejaran en paz, que estabas en un funeral. Y hasta seguí la penitencia que debiste pasar durante la tarde expuesta a la vergüenza pública sin piedad que es twitter y la acidez de sus comentarios.
De un error a poco menos que ser la pidada verbalmente con mensajes que cuestionaban tu capacidad. O la falta.
De esa que no dudamos cada vez que te vemos en la tele, presentado lo que presentes y te hayas remodelado lo visible y no sabemos si hasta lo invisible. Como el móvil antes de esto de twitter.
Todo este revuelo es porque se han visto solo unos números. Los de tu móvil. Eso sí, hija, todo entero. Como a tantas famosas lo otro, aunque estas tenían la ventaja de que no las llamaban, ni las pusieron de vuelta y media en ninguna red que entonces ni existían.
Lo del ‘todo entero’ tiene arreglo, vas y pides a la operadora que te dé de baja el número y en paz. El mensaje lo borras de twitter, pero siempre resulta tarde, porque el móvil no paró de circular y seguro que al final de la tarde estabas en miles de grupos de whatsapperos. Un privilegio.
Lo peor de todo, querida Paula Vázquez, va a ser lo de la dirección. El aventajado número de esa avenida con nombre de cinematográfica ciudad marroquí en Pozuelo (#Peliculas Con678788887, un suponer, ver en twittter). No sé si ya ha empezado a llegar gente a la puerta de casa para hacerte algún tipo de recibimiento. Pero me puedo temer lo peor. Con tanto loco suelto en twitter yo no dormiría tranquila. Aunque, el tono general haya sido de cachondeo fino. O ingenio. Tanto por parte de ellas como de ellos. Y orbitando en torno a si el tinte rubio afecta en la mujer a la capacidad. Algo que ni me cuestiono, por diginidad. De entre los muchos tuits vistos me quedo sin embargo con el que más me ha llamado la atención. “Soy de ese 00,0000000000000000000000000000000000000001% que le importa una mierda el numero de #PaulaVazquez”. Aunque se agote para el sorteo de Navidad.