Mira Mariló, te lo voy a decir muy claro con un tuit de ‘Roberboheme’ de esta misma mañana para que sepas como está el patio: ‘Según Mariló Montero, si te ponen un riñón de Messi consigues mínimo dos balones de oro?‘ Dicho a una mujer, puede sonar un poco a ordinario pero es muy ilustrativo de que este es un país de cachondos. Algo que ya sabíamos y que Twitter vuelve a poner de manifiesto un día más . Después de Paula Vázquez, querida Mariló, te toca tu turno de purgatorio. No era menos de esperar viendo el revuelo que ya ayer alcanzaron tus profundas reflexiones científico divulgativas de plató, sobre psicología aplicada a los transplantes de órganos.
La frase «no está científicamente demostrado que el alma no se transmita en un transplante de órganos», en referencia a la donación del asesino suicida de El Salobral tiene desde ayer soliviantado al universo tuitero. Es la segunda vez que la afamada presentadora la lía, después de sus puyas a la Igartiburu. Pero lo de ayer, ha sido mejor. Más profundo, digo. La pregunta que se hizo al cierre de su programa en La 1, tiene mucha más miga que la que parece. “¿Está bien donar órganos de alguien que ha matado a otras personas, aunque antes de convertirse en un asesino se dijera que era un buen hombre?»,
Todo un ejemplo de lo poco que se valora la espontaneidad de las presentadoras, que a saber qué cosas tenemos oídas a la Tárrega y no ha habido tanto tuiterío. Claro que, también es un riesgo, se empieza con estas cosas y se acaba uno preguntando que si recibes un órgano de un subsahariano oscurito del todo te sale un lunar por algún lado. O así.
Lo mejor de todo está, como siempre, en Twitter. Desde ayer, sin tregua. Paula Vázquez asistirá hoy relajada al martirio popular que ella protagonizó ayer, con comentarios para todos los gustos, desde los frescos y chispeantes a los cargados de mala milk.
‘La trasplantóloga Mariló Montero apunta a que el alma podría trasplantarse con el órgano del donante. Luego ha solicitado un cerebro nuevo.’ Es uno de los crueles tuits repescados al azar en el torrente de mensajes que tiene incendiada la red social, que está esta mañana que echa chispas.
‘No sé si es cierto lo que dice Mariló Montero, ni me importa ¿Sabéis si Nacho Vidal es donante de médula? Es para un amigo…’ dice otro tuitero cachondo. La etiqueta #NoEstáCientíficamenteDemostrado echa humo también y no hay quien siga la velocidad de vértigo de sus entradas. Mucha más que lo de ayer con Paula Vázquez. La Montero tiene mas tirón y menos morbo porque, de momento, nadie la ha ofrecido salami. Que uno haya visto. Aunque tampoco es cosa de dar ideas a la peña tuitera.
‘A veces pienso que si no fuese por gente como Mariló Montero, Paula Vázquez o David Bisbal, Twitter no existiría’, agrega otro tuit que recuerda otros días gloriosos de trending topic o el que la hace una recomedación para tener en cuenta: ‘Mariló Montero de #tve Ahórrate comentarios absurdos sobre donación de órganos si no sabes qué es depender de uno para seguir viviendo?”.
Con toques filosóficos no faltan recados a la Montero: ‘#NoEstáCientíficamenteDemostrado que tu seas real, primero pienso, luego existo’. E, incluso, empiezan a aparecer las primeras ‘marilonianas’ frases apócrifas como que dice: “Las carnicerías son las reservas de almas de los animales. Mariló Montero”.
Sin olvidar reseñar las consultas sobre nutrición charcutera, con mucho peligro, como este tuit: ‘Pregunta a la especialista Mariló Montero: Mariló, si como rabo de toro todos los días qué me puede pasar? gracias.’
En todo caso, vuelve a quedar claro que ‘#NoEstáCientíficamenteDemostrado que twitter sea adictivo; los científicos que se ocupan del estudio están demasiado ocupados twiteando”.
“¿Hasta dónde llega la estupidez humana? #NoEstáCientíficamenteDemostrado”, apunta otro usuario, que no me resisto a recoger. Igual que este último. “¿No va a decir nada el Ministerio de Sanidad de los disparates de Mariló Montero?. ¿Tan poco importa el sistema nacional de Salud? Lo que está claro es que provocación no falta, ni entretenimiento. En fin, a ver si habla la ministra Mato.