Hubo un tiempo en que hubiese matado por ser, en lugar de yo, un personaje de García Márquez. Por ser, así lo escribí una vez, Aureliano Buendía, aunque fuera frente al pelotón de fusilamiento, sólo para sentir en la mía la mano de José Arcadio, el loco de mi padre; o Melquíades el alquimista, y […]