Por Tania Agúndez
La enseñanza no puede crecer en la capital pacense por falta de espacio. Hace unos días a través de una información publicada en HOY conocíamos que dos de cada tres solicitantes para estudiar en la Escuela Oficial de Idiomas se quedará sin plaza. Este centro ha recibido más de 4.000 inscripciones para 1.250 puestos. Sólo unos pocos privilegiados podrán cursar estudios de inglés, alemán, francés, portugués o italiano en este lugar.
El edificio que tiene en la calle Porrina de Badajoz se queda pequeño desde hace años. Cada vez son más los ciudadanos interesados en aprender y perfeccionar idiomas, pero hacerlo mediante este sistema educativo es un auténtico reto. Los usuarios llevan demandando curso tras curso el traslado a un edificio más espacioso, petición que no ha sido atendida por ahora.
Algo parecido ocurre con la enseñanza de adultos. El Centro ‘Abril’ de Educación de Personas Adultas (EPA), ubicado en la Plaza de España, se encuentra cada curso al límite de su capacidad. Cada vez son más las personas mayores de edad que deciden retomar los estudios que abandonaron. Hace años que la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura anunció que barajaba la idea de concentrar toda la enseñanza de adultos en un solo lugar y llevarla a un inmueble más amplio y con mejores condiciones, propuesta que la crisis se ha llevado por delante.
Esta misma situación se repite de nuevo en la Escuela de Artes y Oficios.
Son sólo algunos casos que ejemplifican que los pacenses sienten interés por la cultura y muestran su intención de seguir formándose, pero que no cuentan con los medios y recursos que se merecen para hacerlo. Disponer de unas instalaciones adecuadas es esencial para el rendimiento lectivo de los alumnos, pero sobre todo para poder dar respuesta a la alta demanda que existe. A pesar de ello, lo único que está claro de momento es que la educación sigue buscando su espacio en la ciudad.