Por Evaristo Fernández de Vega Hace ocho años tuve que viajar a Barcelona. La primera opción fue el avión, pero me pedían más de 400 euros por el viaje de ida. ¿Solución? Autobús hasta Madrid y tren a Barcelona: madrugué mucho, hice un viaje interminable y, después de llegar, tardé un día en recuperarme del […]