Lo admito. Yo soy una de las que han tenido que apoquinar, afortunadamente con una cuantía no muy elevada, por el nuevo radar móvil. Pero esta vez puedo decir que con el fotorrojo no me pasará, he aprendido.
Ayer me llevé una gran sorpresa al descubrir que en tan sólo la primera semana de este nuevo ‘agente’ cien conductores han sido multados. A mi parecer, una cifra escandalosa. Sobre todo teniendo en cuenta que prácticamente todos los ciudadanos sabían dónde iba a estar colocado el ‘dichoso aparatito’, como he escuchado a más de uno denominarlo. Para aquellos a los que les tocará pagar los 200 euros y despedirse de 4 puntos del carnet, deberán tener en cuenta que además a partir de esta semana ni siquiera podrán descartar ninguno de los 10 cruces donde está instalado el dispositivo, ya que no habrá más avisos de su ubicación por parte del Ayuntamiento.
He escuchado muchas quejas de vecinos de la ciudad acerca de los nuevos métodos ‘recaudatorios’ que para ellos son tanto el radar móvil como el fotorrojo. No sé qué de cierto hay en sus quejas o qué no. Pero lo que no se puede poner en duda es que realmente sólo multan a los que incumplimos las normas, las consideremos más o menos acertadas.
Hace un mes aproximadamente, tuve una charla con uno de esos ciudadanos que mejor conocen las carreteras y las conductas de los pacenses en ellas, un taxista. Mientras hablábamos sobre trivialidades, de repente vimos como el vehículo de delante se saltó el semáforo en rojo sin pensarlo, y estoy casi completamente segura de que sin darle tiempo a asegurarse de si venía o no otro vehículo. A mí me impresionó bastante esta acción, pero por lo visto para mi acompañante era común. Según me contó, la mayoría de conductores decide que por las noches los semáforos dejan de tener su función, algo que en ocasiones, tal y como ha tenido que vivir este profesional, ha ocasionado más de un disgusto.
Puede que a algunos les disguste que sea ahora cuando tanto empeño se ponga en multar a aquellos que superan la velocidad en la carretera o a los que creen que aún tienen tiempo de atravesar el cruce aunque la luz ya esté roja. Pero lo cierto es que el hecho de que en siete días, siendo consciente la ciudadanía de la incorporación del fotorrojo y de los dos lugares que estarían vigilandos, haya 97 personas que tengan que recibir una multa en su casa a mí me ha abierto un poco los ojos. Ahora me paro a pensar si quizás este tipo de medidas sí que son necesarias, e incluso si deberían haberse planteado antes.