Por Natalia Reigadas Cuando me mudé a Badajoz una de las cosas que más me impresionó y con diferencia, fueron las tapas. Recuerdo que me pedí una caña en un bar del centro y me pusieron un platillo de paella que estaba riquísima. Fui a pagar y el camarero me dijo que eran 80 céntimos. […]