Por Natalia Reigadas
Me encanta el Carnaval. Cualquiera que me conozca lo sabe. No me pierdo la actuación de ninguna murga, incluso las sigo por los bares, y por supuesto voy a la tamborada. Para mí el momento estrella de la fiesta, sin embargo, es el desfile del domingo. Más de 3.000 personas desfilando, la música, los bailes y el ambiente. Es mágico.
En 2011 llovió ese día. Yo estaba en la avenida de Santa Marina cubriendo el desfile y comenzó a caer agua con fuerza. El público salió corriendo y buscó refugio como pudo, pero las comparsas siguieron adelante. No solo continuaron desfilando, sino que bailaban aunque se estaban calando el traje y el maquillaje se les estropeaba. También he hecho muchos reportajes de cómo se preparan y ensayan durante meses, he conocido personas que llevan 30 años en los grupos y he estado con ellos en los Antifaces de Plata.
Con todo esto quiero decir que respeto profundamente el trabajo de las comparsas, pero cuando aprecias a alguien hay que decirle la verdad. Esta semana el Ayuntamiento de Badajoz ha anunciado que cambia el horario del desfile de la tarde al domingo por la mañana. La mayoría de los comparseros se oponen y debo decir que se equivocan en esto. Ellos alegan, y se entiende, que no podrán salir toda la noche del sábado, temen que el público les abandone a la hora de comer y que las agrupaciones de otras localidades lo tendrán más difícil para venir. Sin embargo estas dificultades pueden superarse, estoy segura y hay que decir que, aunque el cambio suponga perder 1.000 de las 3.000 personas que desfilan, seguiría valiendo la pena.
La mayor reivindicación de los carnavaleros ha sido durante años ser Fiesta de Interés Turístico Nacional y su segunda petición más repetida, que se promocione para recibir más visitantes y que se conozca en España. El título ya está conquistado y ahora vamos a por los turistas ¿Podemos hacerlo? Claro, pero hace falta esfuerzo. Pongamos que una familia de Madrid viaja el viernes por la tarde, al salir del trabajo, a Badajoz para conocer su Carnaval. El sábado están aquí y no hay nada grande. El concurso de murgas, al que tampoco podrían entrar, ya ha terminado, el desfile infantil fue el viernes y por la noche solo hay un botellón. Para ver algo de ambiente deben esperar al domingo a las cinco de la tarde cuando empiezan a pasar las comparsas. Es decir empiezan a ver el Carnaval cuando tienen que irse.
No se puede pedir promoción y no darles a los turistas el acto central del Carnaval. Lamento la oposición de los comparseros pero una vez más espero que estén a la altura y se adapten. Son capaces de eso y mucho más. El Ayuntamiento de Badajoz ha tomado una buena decisión y es más, debería dar el golpe definitivo en la mesa y pasar el desfile al sábado para tapar ese hueco. Es un Carnaval grande, enorme, y hay que lucirlo.