Por cinco pesetas la respuesta, diga vecinos con vehículos eléctricos residentes en la ciudad de Badajoz. Un, dos, tres; responda otra vez. La pregunta la podría Mayra  Gómez Kent hacer en el famoso concurso. Sin saberlo a ciencia cierta, la Administración Regional calcula que puede haber 15 en toda la provincia. Para sus conductores, estos días terminan de instalar 12 puntos de carga de batería solo en Badajoz. En Mérida, otros tantos y así en las ciudades más importantes de Extremadura.

La industria automovilística da la partida por perdida. Así lo refleja el estudio anual de la consultora KPMG, basado en 2.000 encuestras a ejecutivos de la industria en todo el mundo. Su concusión: “Los coches eléctricos puros han perdido terreno en la batalla por las nuevas tecnologías”. Precisamente, es la falta de puntos de recarga uno de los factores que han contribuido a ello. El otro, la escasa autonomía de sus baterías. En ese mismo informe se refleja que las marcas apostarán por los vehículos híbridos en los próximos años, que bien funcionan con batería o bien carburante. Lo cierto es que estos vehículos no han llegado a venderse tanto como se esperaba hace dos años. El Instituto de Estudios de Automoción destaca que se han matriculado 437 coches eléctricos en España durante el último año. En la provincia de Badajoz, menos de diez, según estimaban la pasada semana desde la Agencia Extremeña de la Energía a falta de los números oficiales.

Y con estos datos en la mano, el Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento se han lanzado a instalar postes de batería por toda la ciudad. En la margen derecha y en la margen izquierda. En Ifeba, la Granadilla y junto a la Plaza Alta. Uno de los motivos que destacan los responsables de estas instalaciones es precisamente animar a la compra. Aunque la decisión llegue justo en el momento hasta la industria prácticamente ha tirado la toalla.