Por TANIA AGÚNDEZ
A partir de ahora, nada de poder ir a lugares públicos “con poca ropa” o “casi desnudo“, acampar al aire libre o hacer una ‘barbacoa’ en la Alcazaba. Son algunas de las modificaciones introducidas en la Ordenanza de Policía Urbana que se han aprobado esta semana en el Pleno de Badajoz. Esta reforma viene a regular de alguna forma el comportamiento ciudadano en lugares públicos, aquel que repercute sobre todo en la convivencia con los vecinos. Por eso también se ha hablado de ruidos, los aparcacoches y limpiaparabrisas ilegales o el abandono de animales muertos en la calle.
Está bien velar por la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos, pero para ello habría que acabar antes con problemas e inconvenientes que generan otras molestias en las vías de Badajoz.
A diario los pacenses sufren la doble fila, acuden a parques mientras otros usuarios tienen perros peligrosos sueltos o contemplan cómo algunos ciudadanos tiran la basura a deshora o no hacen uso de las papeleras.
Está bien ampliar y mejorar las normativas municipales para garantizar el bienestar de los ciudadanos, pero éstas no sirven de nada si no se cumplen ni aplican aquellas que regulan acciones que se registran prácticamente a diario.