El hecho de que Badajoz disponga dentro de poco tiempo de las márgenes del río Guadiana, tanto la derecha como la izquierda, recuperadas es una buena noticia. No son pocos los pacenses que están deseando estrenar los caminos recién adecuados que discurren a lo largo de las orillas, las pistas deportivas, poder pasear a la mascota en ese jardín o montar en bici con la familia.
Badajoz ha ganado con esta actuación un gran espacio para el ocio y el recreo, un gran parque para el descanso y el disfrute de todos los vecinos. Después de rehabilitar y acondicionar los paseos del Rivillas y el Calamón, era hora de impulsar las márgenes del Guadiana y dotar a la ciudad de más y mayores pulmones verdes. Nunca sobran estos espacios en los núcleos urbanos. Es una manera eficaz y efectiva de aprovechar los medios naturales que poseen a la vez que se le inyecta vida al entorno de los recursos hídricos.
Badajoz se hace más amable cuando se vuelve verde. Cuando se van dotando a las ciudades de este tipo de entornos van ganando habitabilidad y sus vecinos también se benefician mejorando su calidad de vida.