>

Blogs

Badajoz de HOY

El Badajoz de HOY

Un monumento en medio del campus

Por Ángel Pérez

Hace ya unos ocho años, cuando aún era estudiante, cada tarde cogía el camino de la avenida de Elvas hasta la entrada de la Universidad. No iba a clases, mi recorrido era directo al edificio metálico, situado entre las facultades de ciencias del campus. Allí nos reuníamos unos doce jóvenes para ensayar teatro. A veces nos quedábamos sentados en los jardines de los alrededores para comer algún bocadillo, sobre todo cuando las jornadas se hacían intensas al acercarse el día de la representación. Pero en realidad, nuestro local de ensayo estaba en el sótano de dicho edificio. Al entrar, bajábamos las grandes escaleras del inmueble y nos sumergíamos entre unos pasajes llenos de despachos donde aún quedaban algunas sedes de asociaciones de estudiantes. Al fondo se situaba una especie de gran clase, con un espejo que nada tenía que envidiar al de las aulas de baile. Esa era nuestra cueva.

Si tuviera que calcular cuántas horas pasé  en el edificio me resultaría realmente imposible. Fueron muchas, durante varios meses, hasta que nos invitaron a trasladarnos. La verdad es que el estado del edificio no daba mucha seguridad, pero en el fondo tenía un encanto especial. En esos años nunca me paré a pensar de dónde había salido aquella gran estructura metálica que nada tenía de similar al resto de edificaciones de la Universidad. Un día, una de mis compañeras le preguntó al que entonces era nuestro director. Él, que había vivido algunos años más que nosotros, solo supo aclararnos que en una época aquello fue un mercado.

Ahora, tras casi una década de aquello he podido descubrir su historia. Resulta que tiene nada más y nada menos que 113 años de edad. Además, no fue construido inicialmente allí, sino que hasta 1975 estuvo anclado en el corazón de la ciudad, en plena Plaza Alta, donde hizo sus funciones como mercado de abastos. Pero en realidad, lo que más me ha sorprendido al estudiar sus vivencias es que estuvo apunto de convertirse en chatarra para vender. Qué gran pérdida habríamos tenido que lamentar.

Muchas veces pasamos por los rincones de la ciudad sin pararnos a pensar. En multitud de ocasiones he bajado por la calle San Pedro de Alcántara, cruzado la Plaza de la Soledad hasta llegar a la calle Menacho. Y nunca, hasta que eché el freno para mirar a mi alrededor, me había preguntado porqué ese gran edificio conocido como la Giraldilla, que resulta que es de Telefónica y está en venta por 3,1 millones de euros, está vacío. O qué se esconde en lo que en su tiempo fue la gran juguetería de Las Tres Campanas, donde sorprendentemente se encuentra el primer ascensor que se construyó en la región. ¡Cuántos secretos esconden nuestros muros sin darnos cuenta! Al menos ese edificio, donde tantas tardes tuve que ensayar y donde los pacenses de hace un siglo se surtían de carne, pesacado y hortalizas, por fin obtendrá ese reconocimiento que tan merecido lo tiene tras sus largos años de existencia.

Un bien de interés cultural sin duda, felicidades.

Otro sitio más de Comunidad Blogs Hoy.es

Sobre el autor


junio 2012
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930