Por Tania Agúndez
Si los pacenses quieren ver un ejemplo de cómo desordenar las calles de una ciudad deberían darse una vuelta por el Polígono Industrial El Nevero de Badajoz. Circular por estas vías sin conocer la zona puede resultar lioso y confuso, e incluso en ocasiones algo peligroso.
Uno de los mayores problemas que los usuarios se encuentran al llegar a este espacio es la falta de señalización tanto horizontal como vertical en las arterias de este polígono. En la calzada no hay líneas que delimiten carriles, ni señales de ceda el paso, stop o similares. Complicado también lo tienen los peatones, ya que es difícil encontrar pasos de cebra, lo que dificulta que los ciudadanos puedan moverse a pie de una superficie comercial a otra sin coger el coche.
Es cierto que la circulación en esta zona no es excesivamente densa, pero hay que tener en cuenta que el tráfico que pasa por ella es especial. Por estas calles pasan a diario una gran cantidad de camiones y vehículos pesados.
También entorpece la orientación de los conductores la escasez de señales que indiquen dónde se ubican los puntos de mayor interés para los ciudadanos.
Por otro lado, el estado de la calzada deja mucho que desear. Sufre numerosos desperfectos. El deterioro del asfalto es evidente. Las grietas y baches marcan el pavimento en la mayoría de las calles de este polígono.
Tanto la falta de mantenimiento de las calles como de información y señalización en este área hace que moverse por ella sea un auténtico quebradero de cabeza si no se frecuenta la zona. Esta situación hace que muchos se lleven una impresión de dejadez y abandono de uno de los espacio comerciales claves de la ciudad.