Por Natalia Reigadas

Esta semana la Diputación Provincial de Badajoz anunció que tapiará las entradas al hospital provincial de San Sebastián para que nada ni nadie pueda entrar o salir. Hace 8 años que se anunció que sería un Parador Nacional y 4 que el edificio más grande del centro de Badajoz está vacío. Pero ya no será un hotel ni nada, no tiene uso ni planes, y resulta que varios vándalos se cuelan dentro, rompen cosas y hacen pintadas.

Entiendo que es mejor opción sellar el edificio que ver como se degrada poco a poco con gente que entra y lo llena de basura y rompe puertas, ventanas o cualquier elemento. Se trata de un inmueble del siglo XVII y hay que protegerlo ante todo. Sin embargo la noticia resulta triste se mire por donde se mire. Personalmente llevo varios años intentando entrar para ver como está el interior pero la respuesta de los responsables siempre ha sido negativa por problemas de seguridad. Ahora cierran sus puertas y no se sabe cuándo volveremos a entrar.

En 2012 y tal y como prometieron, incluso como indicó durante años la página web de Tourespaña, el Parador de Badajoz debería estar inaugurado. Habría más de 80 habitaciones, un spa y otras comodidades y siempre que paso me imagino clientes entrando y saliendo. En realidad me da igual que sea un hotel, la sede del Ayuntamiento, los juzgados o la nueva Escuela de Idiomas, la pena es pasar por delante y que esté cerrado y al tapiar las puertas, parece que está aún más clausurado. Se trata de una medida que pretende protegerlo, pero tras los ladrillos que pondrán en las puertas también se irá degradando y pensar lo contrario es engañarse.

En fin, el hospital provincial tiene cuatro plantas, cada una con unos 5.000 metros cuadrados más un subterráneo de unos 1.700. Está valorado en 20 millones de euros y decir que puede convertirse en cualquier cosa es decir poco. Es evidente que la crisis económica le corta las alas a todos los proyectos pero taparlos tras un muro tampoco lo soluciona. Esperemos que sea por poco tiempo.