Por Evaristo F. de Vega
Cada noche, camino de casa, paso junto a una gasolinera. Y cada noche, sin faltar una, me fijo en el precio del gasóil. Sube y baja como la proa del barco que surca un mar en calma. Oscila, sí, pero muy poco.
Por eso me sorprendió que antes del puente de noviembre el litro se pusiera por debajo de 1,40. Eso coincidió con un reportaje de Antonio Gilgado donde se hablaba de la fuerte competencia de precios que hay en El Nevero. Parece que allí sí hay gasóil barato o, al menos, más económico.
Un día después de esa publicación, los periódicos contaron que el combustible había bajado en toda España. Pero al día siguiente, sin anestesia, la gasolina se encaramó de nuevo por encima de 1,40.
Dicen los dueños de gasolineras que el precio del combustible lo marcan las multinacionales, que no hay margen para la competencia. Y parecen tener razón: repostar en Badajoz cuesta casi lo mismo en la mayoría de las estaciones de servicio.
Pero no es solo la gasolina. Ocurre lo mismo en sectores tan básicos como el del pan. Casi todos los despachos de pan de la ciudad han subido 5 céntimos la pieza hace un par de meses. Aunque se abastecen de hornos distintos, el precio es idéntico.
Pero el efecto no es el mismo que en la gasolina: quienes piensan que el pan de pico de 1,25 euros es caro, puede ir al supermercado y comprar barras recién horneadas. A mí no me gustan, pero no dejan de ser pan.
En una sociedad de libre mercado, la competencia es vital. La prueba está en la enorme cantidad de portugueses que acostumbran a cruzar la frontera para llenar el depósito de sus coches. Allí la gasolina es más cara y la competencia española les permite ahorrar dinero.
La pena es que quienes vivimos en Badajoz no tenemos esa opción: o compramos el combustible caro, o compramos el combustible caro. No hay otra salvo que nos queden ganas de subir a El Nevero. Ayer ofrecían el gasóil a 1,29.
Por cierto, tengo la sensación de que el precio del combustible aumenta cuando se acerca el fin de semana. Será cuestión de repostar los lunes.