Psicosis en la ciudad
Ya lo he dicho más de una vez y me podéis llamar pesada, pero las nuevas tecnologías tienen un lado muy oscuro. Tener ‘Whassap’ en el móvil es útil porque envías una foto rápidamente, compartes un chat con tus amigos o incluso localizas a alguien con rapidez. El jueves, sin embargo, se convirtió en una locura.
El asesinato en el río desató la psicosis colectiva en Badajoz. Recibí por cinco sitios distintos bulos sobre el coche que tenía el sospechoso, su identidad y lo que había hecho. Aún no está esclarecido de todo el suceso, pero tengo claro ya que todas esas informaciones eran falsas o al menos sacadas completamente de contexto. No sé quien inicia esas cosas, quizá no lo haga por maldad, sino por desconocimiento, pero son muy peligrosas.
Uno de los mensajes que recibí aseguraba que el asesino andaba dando vueltas por Badajoz y disparando y que la Policía pedía a los ciudadanos que no sacasen a los niños de los colegios para evitar peligro. Por favor, qué locura.
Dirán que es por egoísmo y que no soy objetiva pero, por favor, cuando ocurran sucesos de ese tipo, confíen en los periodistas. Diré más, confíen en los buenos periodistas. Yo sé que el lector es inteligente y sabe quién es de fiar. En estos casos hay que investigar bien, esperar a que las fuentes sean claras y ante todo, no precipitarse. Ustedes, por su parte, recurran a los medios profesionales con una información tranquila y medida.
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