Divertido. A veces, tedioso. Plagado de propuestas. Cargado de ideologías. Así son los plenos que se celebran cada mes en el Ayuntamiento de Badajoz. En estas sesiones donde los concejales toman las decisiones más importantes para la ciudad cada vez se tiene más la sensación de que se pierde el tiempo.
Hoy, lunes, se ha tomado la importante decisión de que ningún pacense que se encuentre en una situación económica límite dejará de tener agua en su casa. Sin embargo, la reunión duró cuatro horas durante las cuales se habló de otros muchos asuntos que tienen poco que ver con el día a día de los pacenses. Nada del bache que hay en su calle. Tampoco del banco de hierro que se mantiene roto en el parque donde lleva a sus hijos. Como mucho, se repasó el trabajo de la concesionaria de Limpieza. Los 26 ediles, más el alcalde, deliberaron sobre catorce puntos. La mayoría, mociones. Esto es, iniciativas de uno y otro partido. Se debatió sobre la oportunidad de que Badajoz prohíba la entrada a circos y atracciones de feria que usen animales. Se volvió a hablar de ese binomio que algunos están empeñados en convertir en imposible: Carnaval y comercio. Hasta se trató de la conveniencia de que otra ciudad organice una exposición.
Seguro que hay vecinos a los que indignaría ver a un tigre saltando por un aro en llamas o a quienes les arderán las entrañas al saber que Burgos organiza una exposición-homenaje a Yagüe, la persona que ordenó el fusilamiento de su abuelo. El problema es que mientras debaten sobre todo esto, no buscan la solución para el bache de su calle, ni para el banco del parque ni, tampoco, para el tráfico que le amarga cada mañana. Por eso, a veces, se tiene la impresión de que ahí se pierde el tiempo.