A Don Joaquín Moeckel se le entiende a la primera. Sevillano, alemán por parte de padre, sanluqueño por parte de madre, abogado de campanillas, más de 25 años de profesión a las espaldas, emprendedor, valiente, lúcido. Lo más parecido a un ciclón, en el toro y en los estrados. Para muchos es por antonomasia el abogado de los toreros. No se equivocan; entre sus clientes Morante, Francisco Rivera, El Cid y lo que no se cuenta. También de la asociación que agrupa a la mayor parte de los que están en activo, PROTAUNI, y para cerrar el círculo, la misma empresa Pagés. Por su despacho han pasado gentes tan conocidas como Vitorio y Luchino o la difunta Carmen Martínez Bordiú. Es miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid.
Articulista en diarios tan importantes como El Mundo, ABC o El Correo de Andalucía.
Contertulio en radios y televisiones. Apasionado de la Semana Santa, fue Hermano Mayor de la Hermandad Baratillo, la más torera de las Hermandades. Está en posesión de la medalla Pro Ecclesia et Pontífice concedida por Su Santidad Benedicto XVI.
Vive desde que nació en el barrio del Arenal, junto a la más bella de las plazas de toros. Es jurado de los premios taurinos de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Y es que la Sevilla de hoy no se comprende del todo sin Don Joaquín.
A veces látigo, a veces caballero andante, siempre polémico, nunca defrauda. Don Joaquín es un dandy de la palabra, pero siempre con la verdad del toreo por delante. El viernes 26 podrán escucharle en el Club Taurino Extremeño de Badajoz dentro de su XXX Semana Taurina. Se anuncia con una conferencia titulada “Los Toros y la Ley”. No lo olviden, a las ocho y media, el viernes 26. Merece la pena. Se le entiende a la primera.