Hoy me he tomado la mañana medio libre tras la vorágine inesperada de ayer, un poco por cargar las pilas y otro poco porque estar todo el tiempo pensando en lo mismo agota, la verdad. Así que he dedicado las horas previas a la comida a leer la prensa y darle un empujón a ‘HHhH’, la novela de críptico título que me he traído a Burgos y con la que Laurent Binet ganó el año pasado el prestigioso premio Goncourt. Va sobre cómo Reinhard Heydrich, el jefe de la Gestapo conocido como ‘el carnicero de Praga’, se convirtió en el cerebro en la sombra del nazismo y acabó ideando la infame ‘solución final’ para exterminar a los judíos. Por lo que llevo leído me parece un libro genial que os recomiendo si os interesan estos temas.

Lo que está claro que sí os interesa es el papel del Cáceres en los playoffs, porque de lo contrario no estarías leyendo esto, de modo que basta de disgresiones y vamos al asunto. El equipo ha realizado esta mañana en El Plantío una sesión de tiro muy suave y ahora mismo los jugadores se encuentran en sus habitaciones descansando para el que todo indica que va a ser el partido clave de la serie, porque está claro que volviendo a casa otra vez con un 2-0 en contra las opciones del Cáceres se reducirían al mínimo, y en cambio un 1-1 trasladaría una inmensa presión al Burgos –que es el favorito, no lo olvidemos– con los dos siguientes partidos en el Multiusos.

Todo esto resulta obvio. Lo que ya no lo es tanto es qué tiene pensado Aranzana para evitar que el partido de esta tarde se muera a las primeras de cambio como ocurrió el viernes. ¿Volverá a apostar de inicio por Williams en lugar de Olmos si Casadevall deja a Phillip en el banco? ¿Podrá contar con Cherry en mejores condiciones físicas? ¿Cambiará unos sistemas a los que el rival parecía tener pillado el truco? A las siete lo sabremos, aunque está claro que el componente mental será lo más importante para afrontar el arranque con la intensidad que se espera del equipo, y no hay duda de que Burgos va a ir otra vez a muerte, por mucho que se diga que ganar tan sobrados el viernes les puede hacer salir esta vez algo más relajados. Saben que viajar a Cáceres con 1-1 supone demasiado riesgo y, con o sin declaraciones de Antelo de por medio, su intención desde el principio ha sido dejar la serie medio resuelta en El Plantío, donde se sienten fuertes y juegan con una comodidad y una confianza que en pocos lugares he visto.

Nadie habla ya de la ausencia de Dani López porque nadie se acordó de él en el primer partido. No hizo falta. Sin embargo sigue siendo una baja tremendamente importante para el Autocid, que le echará mucho de menos en caso de que el partido se iguale y el Cáceres les obligue a atacar en estático, sin la libertad de correr a campo abierto de la que gozaron el viernes, un escenario este último en el que sí se siente cómodo Juan Aguilar.

De momento esto es lo que hay. Durante todo el día de hoy están llegando a Burgos unos cuantos aficionados del Cáceres que finalmente se quedaron sin viaje organizado por falta de demanda y se han buscado la vida para acudir a animar al equipo, junto a otra decena que están aquí desde el viernes. Seguro que entre todos se harán oír.