Parece que poco a poco las aguas se van calmando y, excepto por algún exaltado que sigue metiendo cizaña bajo el amparo del anonimato de internet, nada hace pensar que el partido del viernes no se vaya a desarrollar en un ambiente de absoluta normalidad deportiva. Eso no es óbice sin embargo para que en Burgos se siga intentando aclarar lo ocurrido justo al terminar el encuentro del domingo. La prensa burgalesa publica hoy (1 y 2) que la Subdelegación del Gobierno de esa provincia ha puesto las declaraciones de Antelo en manos del Comité Antiviolencia para que actúe si lo considera oportuno, aunque si lo hace será de oficio porque el Autocid no ha presentado ninguna denuncia ni reclamación. Por un lado el club castellano insiste oficialmente en dar el asunto por zanjado, aunque por otro su presidente acusó ayer en Punto Radio a Gustavo Aranzana de mentir cuando dijo en la rueda de prensa posterior al partido que Antelo había recibido un puñetazo cuando entraba al túnel de vestuarios. El mandatario se basa en el que jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Burgos lo ha desmentido. “«Estaban dos policías nacionales en la entrada del túnel y no hubo agresión. Gritos y amenazas sí, pero no agresión”, ha declarado el funcionario policial. Ambos clubes están en contacto permanente para que el asunto no vuelva a descontrolarse, y estudian incluso llevar a cabo antes del partido de este vienes en el Multiusos alguna escenificación sobre la pista de la buena relación que ha unido siempre a las dos instituciones, como por ejemplo una fotografía conjunta de todos los jugadores.

Ni el Burgos en Cáceres pueden permitirse distraerse con algo que no sea la preparación de los dos próximos partidos de una serie que, de repente y cuando menos se esperaba, se ha vuelto favorable a los extremeños . Como recuerda hoy Guillermo Brunet los de Aranzana no pierden en el Multiusos desde el 4 de enero, aquel partido ante el Clavijo en el que se quedaron a un punto de remontar una desventaja que había llegado a alcanzar los 22. Fueron los peores momentos esta temporada del equipo, que solo dos jornadas antes había caído también en casa de forma humillante con el Clínicas Rincón.

El optimismo ha regresado por lo tanto con fuerza. El Cáceres sabe que le puede meter una presión casi insoportable al Burgos si gana de nuevo el viernes, para lo cual ya conoce el camino que debe emprender: el mismo que el domingo en El Plantío, aunque está claro que Casadevall vendrá con los deberes hechos y será difícil volver a sorprenderle con recursos como la defensa en zona que tan bien funcionó en la segunda parte. Mérito de Aranzana, por cierto, que supo sacar así el máximo rendimiento a la ausencia del base Dani López, mucho más importante para el devenir de la serie de lo que parecía tras el partido del viernes.

En Burgos no gusta un pelo verse obligados entrenar el sábado y el domingo por la mañana en una pista diferente al Multiusos, seguramente la Ciudad Deportiva, ni tampoco tener hotel asegurado en Cáceres solo para el jueves (el Ceres Golf), porque para el viernes y el sábado está todo ocupado por los campeonatos escolares nacionales de yudo y gimnasia rítmica. Sí, los mismos que han desplazado al Womad y han estado a punto de impedir que se jugase el viernes en el Multiusos, y que pese a llevar en su denominación la palabra ‘escolares’ -lo cual ha hecho que algunos los menosprecien-,  son muy importantes para la ciudad ya que congregan una cantidad inmensa de gente, muchísima más que, por ejemplo, unos playoffs de la LEB Oro.

En la próxima entrada haré mención al continuo tira y afloja entre aficionados y directiva sobre el siempre polémico asunto de los precios de las entradas, en el complejo equilibrio que debe hacer el club entre mirar por sus intereses económicos y la necesidad de que el equipo se sienta arropado por la mayor cantidad posible de gente.