Son las diez y pico de la mañana y hace como una hora que he llegado a Melilla. Escribo esta entrada desde el pabellón Javier Imbroda, donde el equipo está llevando a cabo el último entrenamiento antes del Partido –sí, con mayúsculas—en el que se va decidir si termina para ellos la temporada y regresan a casa o se meten en la gran final por el ascenso a la ACB, ese anhelo tan al alcance de la mano que escapó por un suspiro el domingo en el Multiusos.
Ando un poco despistado por la falta de sueño, pero aun así viviendo desde ya una jornada que puede ser histórica para el baloncesto cacereño, que, como se ha repetido hasta la saciedad, no se ve en una de estas desde hace veinte años. De momento me he encontrado en la expedición cacereña caras serias, menos bromas de las habituales entre los miembros de la plantilla y concentración absoluta en las palabras que les ha dirigido Gustavo Aranzana antes de comenzar la sesión. Veo hablar mucho entre ellos, más que de costumbre, al técnico y su ayudante, Mario Segalás, qua hace un rato me comentaba en el ascensor del hotel la ambición que siguen teniendo los jugadores a estas alturas de los playoffs y las ganas de hacer algo grande. Ya es un logro haberse metido en semifinales eliminando al Burgos, pero tienen hambre de más.
Pedro Robles se está entrenando al mismo ritmo que el resto y, aunque en teoría le queda una semana de recuperación para evitar el riesgo de recaída, es probable que esta noche pueda entrar en alguna rotación para descargar un poco a Francis Sánchez y Xavi Forcada sin necesidad de combinaciones antinaturales. Sin duda es una buena noticia.
Hace calor en Melilla, un bochorno pegajoso acentuado por una neblina arenosa que en cualquier otro lugar probablemente resultaría molesto, pero que aquí parece cuadrar perfectamente. Ya conté hace unos días que me parece una ciudad para descubrir, tan interesante como desconocida para la mayoría de los peninsulares. Me encuentro bien en Melilla, esperemos que estos nueve tipos que están defendiendo hasta el límite de sus fuerzas la camiseta del Cáceres sientan lo mismo durante el partido más importante del año, al menos por el momento. Sigámoslo juntos.
También la prensa de Melilla viene hoy con titulares de partido grande:
Actualización: El Cáceres acaba de recibir un e-mail de la FEB avisando de que los horarios de la final serían fijos el viernes a las 20.45 y el domingo a las 18.00, porque Teledeporte va a emitir en directo todos los partidos. Un gran escaparate que supone un aliciente más para intentar entrar en la final.