Tan sólo llevo 22 días aquí exactamente pero la cantidad de sensaciones, sentimientos y emociones han sido impresionantes.

Con tan sólo 22 días ya he sentido lo que es estar pletórica de alegría, emocionada, triste, satisfecha, melancólica, perdida, inquieta, insegura, segura, fuerte, valiente…y podría seguir enumerando sensaciones y sentimientos.

Mis primeros días curiosamente fueron increibles, estaba feliz, emocionada, ¡todo me parecía perfecto! pero luego vino un bajoncillo; no encontraba mi sitio, me sentía sola, realmente echaba de menos mi casa, mi familia, mi gata, mis amigos…bueno, lo normal cuando uno se tiene que ir lejos de su vida para empezar otra vida totalmente diferente. Pero siento que me está pasando lo de siempre; estar con niños me hace olvidarme de toda la tristeza y las malas sensaciones, !es increible!

Mi vida aquí se resume en ir a centros de recreación en Oskarshamn , donde hay niños de diferentes edades, desde aproximadamente 10 años hasta 18 o 19.

Estos centros juveniles están al lado de colegios, entonces los chic@s cuando están en el recreo van para allá a jugar, y por las tardes van y vienen a la hora que ellos quieren. En estos centros hay de todo para divertirse; mesas de pin-pon, billar, cartas, juegos de mesa, para dibujar, perlitas, x-box, karaoke, instrumentos, cocina para cocinar (sobre todo bizcochos y magdalenas) , sala para ver la televisión, sala para jugar al hockey, sala de danza…!de todo! ¡hasta en uno de los centros hay un rocódromo!

En Oskarshamn hay 3 centros juveniles.

Uno de ellos es Kristineberg, el cual está situado en el barrio de Kristinebergsvägen  y es una zona donde viven muchos inmigrantes, por lo tanto si te asomas por allí ¡el ambiente es una locura! Son niños de  diferentes nacionalidades  (Turquía, Pakistán, Etiopía, Suráfrica, Siria, Tailandia, Afganistán…)  que no paran de jugar, saltar y hablarte ( aunque tú les digas que no los entiendes) ¡y me encanta! aquí trabajo los martes y bueno…este es el lugar:

Otro de ellos es Rödsle, el cual está en una zona acomodada del pueblecito y allí nos encontramos sólo con niños suecos, y a diferencia del otro centro, se palpa en el  ambiente más tranquilidad. En este centro no suelen ir niños de más de 12 años, ¡no sabemos el porqué! Aquí voy los jueves y ¡aquí os dejo algunas fotinos!

En tercer lugar tenemos Stadsparken, que se sitúa en el parque principal de Oskarshamn, y donde puedes encontrarte una mezcla de niños suecos y niños de familias inmigrantes. Es donde me paso la mayoría de las horas, pues en este centro trabajo los lunes, miércoles y viernes y algunos sábados. ¡Me encanta! Hay un montón de cosas para hacer y cada día es una aventura. ¡Aquí os dejo algunas imágenes!

Realmente he venido aquí con un objetivo claro a la hora de trabajar con los niños y jóvenes, y es poder enseñarles mis conocimientos a cerca del circo y de la acrobacia. Tengo un montón de cosas en la cabeza para hacer y estoy muy emocionada con ello, pero hasta que no aprenda un poco del idioma no podré empezar en condiciones. También tengo que conseguir enganchar a los chic@s para que se vengan conmigo a realizar estas actividades, y para ello necesito ahora estar mucho con ellos, que me conozcan y ¡poco a poco estoy segura que podré empezar con los chavales a hacer millones de actividades circenses! 🙂

Mi vida ha dado un giro de 360 grados, es complicado estar en un sitio nuevo, sin hablar el idioma, deseando que hable algún niño inglés (que tampoco es que yo sepa mucho), no sentirte fuera de lugar cuando en reuniones o estando con los niños hablen todo el rato en sueco, no poder hablar español, ¡tu lengua materna!, aclimatarse a un frío tan extremo, vivir con alguien diferente a ti, llevar todo esto bien…¡Pero lo estoy llevando! Trabajo todo el día, el lunes empiezo las clases de sueco, limpio mi casa y ¡hago mi cama todos los días! , cocino nuevas recetas, hago manualidades, entreno en mi habitación, voy a hacer la compra…¡y mil cosas más que quiero hacer y no me da tiempo! así que me siento bien, útil, autosuficiente, independiente, fuerte…¡y eso es una sensación que no la cambio por nada!