Hoy, 10 de Noviembre…¿un buen día para escribir? pues no losé…No tenía ganas, hoy me he levantado como el tiempo; oscuro, gris, cambiante, frío e incluso molesto. Por eso mismo no sabía si hoy sería un buen día para crear una nueva entrada en el blog, pero bueno, al fin y al cabo de eso se trata, desahogarme, por eso empecé a escribir, porque necesitaba desahogarme, y siempre me ha gustado hacerlo escribiendo.

Las cosas aquí van bien, van…¡hacia delante siempre! me propuse que no iba a quejarme más, (aunque haya situaciones y personas con las que siento a veces que no puedo más…ya estoy quejándome otra vez..¡qué difícil!) e iba a saborear cada minuto aquí, puesto que soy una afortunada y que nada ni nadie me lo iba a estropear.

He pasado días al límite, hoy quizá sea uno de ellos, pero mañana se me habrá pasado con toda seguridad. Hoy es mi día libre y me he levantado un poco con mal cuerpo, cansada, dolor de cabeza…Creo que estoy enfermando un poquito pues no es normal que haya dormido 12 horas seguidas cuando aquí alas 8 horas de haber dormido tengo los ojos como platos. Quizá, lo que tampoco sea normal es que no haya cogido un buen constipado aquí con el frío que hace y los cambios de temperatura, pero siguiendo con mi propósito de ser positiva, pensaré que hoy es un día aislado y que mañana empezará mi semana con toda la energía del mundo.

Los domingos oscuros y fríos aquí se hacen duros…te hacen recordar el brasero que usamos en nuestra tierra, o el cariño de tu mascota. También estos domingos fríos piensas en las partidas de póker en casa, al brasero y con unas coca colas… Te juegan la mala pasada de hacer que te acuerdes también de los abrazos de tu familia, de la mirada de tu abuela… Son especialmente difíciles estos domingos, y al fin y al cabo son mis días libres, pero no los quiero…no me gustan…pero entre la limpieza de la casa, la sala de las lavadoras, y algún que otro capítulo de alguna serie puntera, van pasando…

Mañana es un día diferente, ¡tengo un nuevo horario ! voy a pasar de tener 6 horas a la semana de clases de sueco a 14…¡todo un reto ! El sueco.

Estoy expectante porque tendré nuevos compañeros de clase, quizá conozca a alguien interesante, a alguien con quien tomarme un café de vez en cuando o ir a Kalmar al centro comercial…No lo sé…estoy entusiasmada con este pequeño cambio, a ver como se comporta…

Pero todo va sobre ruedas…

En el trabajo estoy cada vez más a gusto. Y son pasitos pequeñitos, pero cada semana que pasa siento que estoy un pelín más cerca de los niños. Pero es muy poquito a poco…

En Rödsle, que es uno de los centros donde trabajo, ya he empezado a dar clases de gimnasia y acrosport. Llevo tres nada más pero estoy contenta, pues cada día me vienen más niños y este puede que sea uno de los centros más complicados a la hora de trabajar, porque sólo son niños suecos de 10 a 12 años y son excesivamente tímidos conmigo, si a eso le unes que tengo que explicar las cosas en inglés, que lo hablo fatal, y que ellos creo que no entienden demasiado… ( empiezan con inglés en el cole a los 9 años). Estas clases de gimnasia son una locura pero acabo contenta porque consigo hacer lo que quería y se me ocurren nuevas cosas para que en la siguiente semana sea más fácil la comprensión.

Sigo viviendo muchísimas situaciones en las que debería sentirme fuera de lugar, pero creo que sorprendentemente me he acostumbrado a estar impasible cuando la gente de mi alrededor se pone a hablar en su idioma… y ahí estoy yo, sacando el lado positivo de esta situación y pensando…”bueno Carmen, ni papa, pero escucha que alguna palabra entenderás…” ¡Ay! el castellano…no veo el momento de bajarme del avión y escuchar mi queridísimo idioma; no veo el momento de bajarme del autobús y escuchar mi queridísimo acento.

Ya queda menos para envolverme en otro kit-kat, que seguro que será muy dulce también, pero mientras tanto tengo que pensar en mi día a día aquí, y sigo aprendiendo…y sigo valorando…y sigo con fuerza, mucha fuerza.

Y al Domingo más largo de mi vida, donde a las 4 es de noche, ya la queda menos…