(El coleccionista de alegrías/ Brígido Fernández)
Era la única comparsa masculina emeritense en este concurso, y han conseguido, por méritos propios, estar en la gran final (por cierto una final con mucha calidad vocal). Como si de una predicción se tratase, el coleccionista de alegrías ayudados de sus oráculos, de nuevo han innovado y han dado una actuación soberbia. Levitando durante toda su actuación (al contrario que en semifinales), y bajo la dificultad que ello conlleva, han mantenido concentrado a todo el público durante los veinte minutos de su actuación.
Ya son parte indiscutible del Carnaval Romano, y en esta final han dado una clase magistral de esfuerzo y buen hacer. Una actuación llena de alusiones satíricas, a través de la cual han denunciado la situación actual en la que vivimos como reprimenda hacia las clases políticas que nos gobiernan.