Algo que se asocia directamente a las arañas son las “telas de araña”, auténticas redes que atrapan a las víctimas, sin embargo existen entre las arañas algunas, como las Salticidae, llamadas también arañas saltadoras, que cazan al acecho, y que por tanto no recurren a las habituales redes de otras arañas, sino que cazan acercándose a la presa con breves carreras y deteniéndose para dar el salto final, que puede ser muy largo si se compara con su tamaño, puesto que puede alcanzar una longitud de hasta 50 veces su tamaño, pero lo más curioso e interesante es que lo hacen sin tener prácticamente músculos en sus patas, y también interesante resulta el hecho de que al saltar, si las condiciones lo aconsejan, adhiere un hilo de seda al punto desde el que salta, lo que le da seguridad y le permite regresar al punto de despegue si así lo desea.
Para sus saltos utilizan una especie de bomba hidráulica situada en sus patas traseras, mediante la cual son capaces de saltar con precisión en cualquier dirección, incluso de lado o hacia atrás. Un ejemplo de aplicación Biomimética es esa transmisión hidráulica, excepcionalmente desarrollada en las patas de algunas arañas desde mucho antes de que a ningún ser humano se le ocurriera emplearla en su maquinaria, principio que se basa en los cambios de presión de cualquier fluido que circula por el interior de un circuito cerrado, con conductos de distintos diámetros.
Así funcionan las patas de estos seres, que no se articulan como nuestros miembros, accionados por músculos extensores y contractores, sino por la inyección de fluido de unas cámaras internas a otras, con el efecto motor que eso genera. El proceso tiene lugar de forma prácticamente instantánea y perfectamente sincronizado en sus ocho patas.
Inicio del salto: Las vibraciones que produce una presa son captadas por la infinidad de vellosidades que presentan las arañas en los apéndices, la araña enfoca entonces a la presa y se prepara para el salto. En fracciones de segundo ha aumentado la presión hidráulica de su abdomen, presión que es liberada bruscamente hacia las patas traseras.
Mecanismo del salto: Una particularidad de las arañas saltadoras, es que sus patas traseras son totalmente huecas. Inicialmente, las dos patas traseras se encuentran vacías y retraídas. Cuando la presión, acumulada por el bombeo del fluido en el abdomen, es liberada bruscamente en los conductos de estas patas, se produce el estiramiento de las mismas, lo que origina un enorme impulso que permite el espectacular y rapidísimo salto necesario para la captura de la presa.
Las patas: Las patas constan de siete segmentos de diversas formas y funciones: coxa, trocanter, fémur, rótula, tibia, metatarso y tarso. El estiramiento se da principalmente entre dos empalmes importantes: entre el fémur-rótula y el tibia-metatarso, donde, como decíamos, no hay músculos extensores, sino que el estiramiento es promovido por una elevación de la presión hidráulica del fluido, producida por la contracción de bombeo de enormes músculos dentro del cefalotórax, músculos que son esenciales para el salto, aunque no participan directamente en él.