Figura: Anomalías de la temperatura media para el período de enero a octubre de 2015 según el conjunto de datos HadCRUT.4.4.0.0. Las cruces (+) indican temperaturas superiores al percentil 90º, excepcionalmente elevadas, y las rayas (-) indican temperaturas inferiores al percentil 10º, lo que indica condiciones excepcionalmente frías. Fuente: Centro Hadley del Servicio Meteorológico de Reino Unido.
Los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera alcanzaron nuevos niveles máximos durante el 2015 y, durante la primavera del hemisferio norte, la concentración media mundial de CO2 superó por primera vez la barrera de las 400 ppm (partes por millón). En consecuencia, el 2015 será probablemente el año más cálido del que se tienen datos, con las temperaturas en la superficie del océano en los niveles más altos, desde que se dispone de registros.
Esto viene a confirmar la tendencia de los últimos años, puesto que en conjunto, el quinquenio 2011 a 2015 ha sido también el más cálido registrado nunca, habiéndose producido durante ese período numerosos fenómenos meteorológicos extremos, en particular olas de calor, todo ello como consecuencia del cambio climático, que provoca, entre otros efectos, el que los océanos se calienten y el nivel del mar suba, puesto que los océanos han absorbido más del 90% de la energía acumulada en el sistema climático debido a las emisiones humanas de GEI. Las estimaciones más recientes del nivel del mar indican que el promedio mundial durante el primer semestre de 2015 fue el más elevado desde 1993, año a partir del cual se dispone de observaciones por satélite.
A lo largo del 2015 las olas de calor afectaron a Europa, África septentrional y Oriente Medio, a finales de primavera y en verano, batiéndose muchos récords de temperaturas máximas. En mayo, las temperaturas elevadas afectaron a Burkina Faso, Níger y Marruecos. En España y Portugal también se observaron temperaturas elevadas poco habituales. En julio hubo olas de calor en una amplia zona desde Dinamarca, al norte, hasta Marruecos, al sur, e Irán, al este.
Figura: Anomalías del promedio mundial anual de la temperatura en superficie, según datos de HadCRUT4.4.0.0 (la línea negra y la zona gris indican el intervalo de incertidumbre del 95%), GISTEMP (azul) y NOAAGlobalTemp (naranja). El promedio para 2015 es una cifra provisional basada en los meses de enero a octubre de este año. Fuente: Centro Hadley del Servicio Meteorológico de Reino Unido.
¿Y cómo les han ido las cosas al Ártico y a la Antártida? Pues en el Ártico, desde que comenzaron a llevarse registros de manera uniforme, a finales de la década de 1970, se ha observado una tendencia general hacia una disminución de la extensión del hielo marino. En 2015, la extensión mínima de hielo marino se observó el 11 de septiembre y fue de 4,41 millones de km2, la cuarta más baja jamás registrada por satélite.
Y en el hemisferio sur, en la Antártida, la extensión mínima, se registró el 20 de febrero, fue de 3,58 millones de km2, la cuarta más baja desde que se tienen datos.
Con este panorama y su tendencia, resulta evidente que es ya inaplazable el tomar decisiones, a nivel planetario, para que el indudable cambio climático en que estamos inmersos produzca los menores daños posibles. En ese sentido la Cumbre Mundial del Clima, la COP21 celebrada en París, en diciembre del 2015, es la plataforma idónea para tratar de poner de acuerdo a científicos, políticos, empresarios y gentes de negocios, de forma que los acuerdos alcanzados sean los “necesarios y suficientes” para frenar la tendencia a que estamos llevando al Sistema Climático con nuestra insensatez.
Claro que, si hay algo que sea aún más importante que los acuerdos alcanzados, es QUE SE CUMPLAN. En esa línea, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, enfatizó la creciente participación del sector privado en el debate de las acciones de mitigación del cambio climático y pidió a los líderes empresariales mantener este compromiso, afirmando que los negocios del futuro dependerán de las decisiones que se tomen hoy.
Fuente: OMM, Organización Meteorológica Mundial.