>

Blogs

¿Son solo niños?

Me acaban de despertar de la siesta, dos críos ineducados y malcriados que no han tenido mejor idea que entretenerse con mi portero automático durante mi descanso, mientras sesteaba. Y no han tocado una sola vez, no.  Como una sola vez les parecía poco molestar, tocaron una segunda, durante un espacio más largo de tiempo, por si acaso no nos enterabamos bien de que lo que querían era joder.

Yo, como la mayoría, cuando me despierta un timbre tengo un mal despertar, sobre todo si es para nada (si es para ir a currar, no merece la pena enfadarse). Así que me asomo al balcón y me encuentro a dos niños que salían del colegio de “las pepas”. Lo deduje por su uniforme, no por la educación que demostraban los salvajes.

El que tus hijos vayan a un buen colegio no garantiza que adquieran buenos modales. Estaban acompañados de tres personas mayores, intuyo que su padres, los cuales haciendo caso omiso a lo que hacían sus hijos, como ultimamente pasa demasiado a menudo, estaban a lo suyo. Cuando me vieron con la cara de mala leche típica de esta situación reaccionaron.

-¿Te han molestado? Lo siento

-Claro que me han molestado, estaba durmiendo.

Y cuando estaba cerrando el balcón dijeron la típica frase con la que te dan ganas de tratar a alguien, sin compasión ninguna:

“No es para ponerse así… SON SÓLO NIÑOS”

 Ya sabemos que sólo son niños, pero también sabemos que tú, imbécil, no lo eres. ¿Qué clase de educación se está dando a estos niños? Y, lo que es más preocupante, ¿por qué se les consiente todo? Estos niños se han ido a  su casa riéndose, amparados por sus mayores, sin ser conscientes de su incivismo. A sus ojos el raro era yo. Lógicamente no hubo ni un atisbo de reprimenda, sólo una mirada como diciendo “ni caso hijo” mientras le echaba la mano por encima del hombro a la criatura del demonio. Como ahora vamos de padres guays…

Todos hemos sido niños, unos hace más tiempo que otros, y a mí  no se me ocurría a la hora de la siesta dedicarme a jugar con los timbres de nadie. Nos inculcaron el respeto hacia los demás desde pequeños y temíamos el castigo de padres y profesores si se enteraban de que cometíamos alguna fechoría. Todos nos hemos llevado algún cachete merecido (alguno también sin merecer). Cero traumas.  Ahora es prácticamente imposible ver este tipo de correciones. Pero lo tracendente no es, desde luego, el cómo sino el qué.

Nuestros padres se preocupaban de que no molestásemos en los bares o restaurantes en lugar de dejarnos correr a nuestras  anchas entre las mesas como sucede ahora, escudándose en que “sólo son niños”, que debe de ser una frase acuñada en los últimos tiempos, porque yo jamás se la oí a los míos. La que sí se oía a menudo era: “y ésta para que llores con razón”, después del consabido cachete por haber preparado alguna.

Nuestros padres se preocupaban de que jugásemos, pero en los lugares adecuados. Cuando íbamos a alguna tienda o de visita no se nos ocurría ni chiar, ni piar; y, mucho menos, tocar las cosas. Bastaba una mirada del dependiente o de alguna persona mayor para estarnos más quietos que una estatua. Nuestros padres nos obligaban a ceder el asiento a las personas mayores, y tú gustosamente y para evitar el tirón de orejas, cedías. Ahora ni se te ocurra pedírselo, que tienes una denuncia por acoso al día siguiente.

Nos enseñaron que los profesores eran casi casi como dioses, a los que debíamos obediencia y respeto. Los de ahora les restan autoridad cada día y defienden a capa y espada a un mico que, por muy hijo suyo que sea, o seguramente por eso, dirá una y mil veces que el profe le tiene manía (por no hablar de las agresiones de algunos de esos niñatos hacia sus profesores).

¿Hacia dónde vamos? ¿Estáis seguros de que estáis haciendo lo correcto? Tanta indulgencia no es buena. Yo no digo que aquello fuese lo mejor, lo que sí que tengo claro es que esto no lo es, y que una regañina a tiempo les hará pensar la próxima vez. Marcar los límites no es quererlos menos. Ni mucho menos.

Temas

Otro sitio más de Comunidad Blogs Hoy.es

Sobre el autor


junio 2012
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930