>

Blogs

Angel L. González

Conversaciones con el futuro

Yo, no robot.

En el planeta Tierra residimos actualmente algo menos de 7 mil millones de personas, se estima que desde el comienzo de los tiempos ha sido poblado por más de 100.000 millones y la gente que convivimos en 2015 únicamente  somos ni el 6% del total que ha habitado el mundo.

Un conjunto de población global diferente y estadísticamente más que aleatorio, tanto, que a lo largo de su larga historia sus leyes de probabilidad generadora de nuevos individuos jamás han concebido 2 personas idénticas. Incluso las personas que genéticamente si lo son (véase, hermanos gemelos) habitualmente tienen formas de ser radicalmente dispares. En base a estos datos, podemos metafóricamente afirmar que nuestra personalidad es una frecuencia completamente analógica, a un nivel de precisión que ningún medidor actual podría calcular, un número con cientos de cifras y billones de decimales.

Este superficial análisis es de los que a mi personalmente me motivan. Saber que somos parte de algo místicamente colosal, cargado de matices y más matices, que de alguna forma nos hace a todos ÚNICOS en muchos y variados factores. Pudiendo elevar el concepto de ÚNICO al de ESPECIAL si lo deseamos, o más bien si lo sentimos por dentro.

Sin embargo, me resulta contradictorio que dentro de toda esta inmensidad distintiva, el modelo de sociedad imperante nos suele conducir a posicionarnos bajo una pseudo-realidad de naturaleza binaria: 0 ó 1, 1 ó 0. Por alguna razón difícil de explicar, el ser humano occidental está inducido a marcar como bueno o malo, me gusta o no me gusta, a favor o en contra, lo mejor o lo peor… absolutamente cualquier cosa.
Un imperiosa necesidad de definición de opinión, muchas veces incoherente debido a la complejidad y naturaleza del tema en cuestión, ya que como ocurre en la mayoría de aspectos de esta vida, la amplitud de la materia implica que nada sea 100% bueno o 100% malo, ¿por qué siendo tan diferentes tenemos ese irracional instinto de posicionamiento simplista?

Nuestro cerebro tiende a adaptarse a una especie de bipartidismo mental que no entiende de partidos políticos, condicionado a partir toda realidad en dos mitades y solicitar a la humanidad que elija entre una de las alternativas (y curiosamente conseguirlo)

Un modelo de sociedad tan binario como el actual, hace muy complicado el diálogo, llegando en muchas situaciones a imposibilitarlo, anteponiendo el beneficio individual sobre el general. Este tipo de esquemas ideológicos definen una naturaleza de ser que, a grandes rasgos, tiene unas características como las siguientes:

Ve blanco o negro lo que en realidad es gris. Cegándose con el brillo de las flores en lugar de la fuerza del tronco.
– Piensa a corto plazo en lugar de a medio o a largo, quedándose en el detalle irrelevante mientras se aleja de la solución global.
– Se tuitea fugazmente en lugar de argumentarse, prefiriendo el titular sensacionalista al contenido razonado.
– No lidera y hace equipo, sino que manda sin escuchar.

Sin duda éstos hábitos son cada vez más comunes y, casi sin darnos cuenta, una parte de nosotros acaba anclándose en el pasado porque teme el futuro.

En términos educativos, esta forma de pensar posiblemente tenga parte de la culpa de haber tenido ya 7 reformas legislativas en Educación en escasos 35 años, también nos acaba enfrentando por aspectos pedagógicos seguramente menos importantes  (Educación para la Ciudadanía vs Religión, defensa aférrima del plurilingüismo…) que por otros que realmente lo son (evolución métodos de aprendizaje, formación del profesorado…) o nos obliga a discutir sobre la idoneida de introducir la tecnología en aula, sin pararse a pensar sobre cómo utilizar la misma.

Pero un modelo de sociedad como el actual no deja de ser la unión de muchas formas de pensar, formas individuales de pensar de naturaleza única y especial, que en conjunto pueden equilibrarse bajo un sistema más necesario que este binario que nos enfrenta.

Esto es algo se puede cambiar y mejorar. Es el momento.

Temas

Tecnología y educación

Sobre el autor

Hablar de Ángel L. González es hablar de tecnología y educación, así como del camino que las conecta: E-Learning. Actualmente es Jefe de Proyecto en eScholarium, iniciativa extremeña que busca evolucionar digitalmente los colegios e institutos de la región. En su blog, podemos conocer como afectan las tendencias tecnológicas tanto a la Educación como a nuestro día a día. Haciendo ver todo lo que nos pueden ayudar y enfocando su aplicación desde la sencillez, utilidad y necesidad. Trazando pinceladas pedagógicas para la educación del futuro, basadas en los retos a los que ya se enfrenta el alumno del presente. Aprendiendo a aprender.


octubre 2015
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031