El pasado 24 de mayo Mariano Rajoy consiguió sacar adelante los presupuestos generales para este año gracias al apoyo, in extremis, del PNV. Con las cuentas aprobadas parecía aventurarse un segundo tramo de legislatura sosegado, pero esa misma mañana la Audiencia Nacional publicó la primera sentencia de la “trama Gurtel” con severas penas de cárcel para 29 de los 37 procesados, condenando civilmente al PP por beneficiarse a título lucrativo de la “trama”. Una sentencia demoledora.

Horas después de conocerse la misma, Pedro Sánchez presentó moción de censura contra el Gobierno de Rajoy, moción que contó con el apoyo de nacionalistas, independentistas y partidos a la izquierda del PSOE siendo investido nuevo Presidente el líder socialista.

Estos acontecimientos han coincidido en el tiempo con el agravamiento de la crisis política en Italia y todo parecía indicar (los extravagantes apoyos con que contó Sánchez para sacar adelante la moción y la enjundia de los problemas en el país transalpino) que nos acercábamos a un corto plazo extremadamente espinoso.

Sin embargo, el nombramiento de unos ministros -en su inmensa mayoría- del agrado de propios y extraños, se recibió de manera muy positiva en los mercados y pese a un contexto foráneo adverso, el Ibex terminó la semana con un avance del 1´18%, balance que sería aun más positivo si le sumamos el 1´76% que subió el selectivo el viernes anterior, ya con Sánchez nombrado de facto Presidente del Gobierno.

Esta mejora es más meritoria aún si la contextualizamos, ya que se consiguió mientras las bolsas de París y Londres cerraban en rojo y Milán se desplomaba por encima del 3%. Además, en Argentina volvió a sobrevolar el fantasma del “corralito”, en Brasil el real continuaba desmoronándose, el G7 exteriorizaba sus desavenencias y el BCE anunciaba que en las próximas semanas dará a conocer el calendario que establecerá la paulatina retirada de los estímulos monetarios implantados en la crisis.

De manera menos convulsa se desarrollaron las cosas en los mercados cambiarios, materias primas y deuda. En los primeros, el euro recuperó el nivel de las 1´17 unidades con el billete verde; en los de crudo, el barril de Brent no se movió de los 76 dólares y finalmente en los de renta fija, el bono español cerró prácticamente plano en el 1´47%, con la prima de riesgo en los 103 enteros. Por su parte el Tesoro adjudicó 4.517 millones de euros a distintos plazos y a tipos de interés ligeramente superiores a los de la subasta anterior, destacando la colocación de 2.618 millones en bonos a cinco años ligados a la inflación.

Hace una semana -recién aprobada la moción de censura y sin conocerse aún el Gobierno- muy pocos hubieran apostado por un balance tan positivo como el que han registrado Ibex y bono estas cinco últimas jornadas. Pocos. Muy pocos.