La bolsa española se quedó esta semana al margen del buen comportamiento que registraron los principales mercados de renta variable, siendo el Ibex (junto al MIB de Milán) la única plaza que cerró en números rojos, cediendo el selectivo un 1´72% alejándose aún más del nivel psicológico de los 10.000 puntos y tratando de buscar soporte en los 9.700 enteros.

Mucho que ver con este mal comportamiento tuvieron las medidas económicas anunciadas por el nuevo Gobierno y, en particular, la subida generalizada de impuestos y la decisión del ejecutivo de Sánchez de comunicar a Bruselas la previsión gubernamental de elevar medio punto el déficit público este año y otro medio en 2019, hasta un total de 12.000 millones, aumento que le permitiría incrementar el gasto sin tener que recurrir a nuevos recortes. Estas medidas, aunque se alejan de la ortodoxia presupuestaria, contarán probablemente con la luz verde de la Comisión Europea.

Volviendo al parqué madrileño, la compañía más castigada por las ventas fue la distribuidora de alimentación DIA, que víctima de los “bajistas” se desplomó un 17%. DIA ya había perdido en el primer semestre del año un 40% de su valor y aunque recuperó en los primeros días de julio cerca de un 9%, finalmente ha vuelto a claudicar ante el ataque de los inversores más especulativos. Semana también aciaga para Mediaset, que se dejó un 6´83% tras rebajar Deutsche Bank su precio objetivo hasta los 6€/acción y para BBVA, que cayó un 6´03%, lastrado por su fuerte exposición en Turquía.

En el exterior el dinero llegó con fluidez, lo que se tradujo en mejoras en torno al 1% en Europa, al 2% en Wall Street y al 4% en Japón, donde el Nikkei se vio especialmente  favorecido por la distensión comercial entre EE.UU. y Asia.

La presión del papel sobre la renta variable no contagió a la fija, terminando el bono español en el 1´27%, 5 puntos básicos por debajo de cómo lo hizo el viernes anterior, con la prima de riesgo en los 99 “pipos”. En los mercados de divisas euro y dólar terminaron por marcar cambio oficial en las 1´16 unidades.

La decisión de Arabia Saudí de elevar su producción por encima de lo pactado inicialmente por la OPEP, tuvo incidencia inmediata en el precio del crudo, cayendo la cotización del barril Brent un 2%, hasta los 75 dólares.

Bueno sería que el Gobierno terminase de perfilar las medidas económicas que piensa implementar en lo que resta de legislatura. Muchos de nuestros valores con más peso no han terminado aún de digerir los fuertes desequilibrios derivados de la mayor crisis financiera de los últimos 50 años (en especial el sector bancario) y habría que ser extremadamente cautelosos en aplicar ahora medidas que pudieran comprometer una recuperación todavía incipiente. Subir gasto e impuestos, no creemos que sea la solución.