Esta semana -una más- no han parado de llegar al parqué pésimas noticias y peores sensaciones: el presidente de Renault (Carlos Ghosn) ingresó en prisión por manipulación contable; los principales institutos económicos advirtieron de los riesgos de una fuerte desaceleración en la U.E.; la firma norteamericana Jefferies rebajó la valoración de toda la banca española mientras Moody´s lo hizo radicalmente sobre OHL y Dia; la Comisión Europea rechazó los presupuestos italianos; y sobre todo, el temor entre la mayoría de los analistas a que tanto la cumbre de Bruselas como la del G-20 en Argentina fracasen en sus respectivos objetivos, dibujan todas ellas un panorama verdaderamente desalentador que además aquí tiene en la inestabilidad política y en la falta de acuerdo presupuestario, un plus de inseguridad que hace del corto plazo un periodo ciertamente difícil.
Esta vez, las bolsas USA fueron las más penalizadas, en parte porque los recortes los afrontaban desde máximos históricos y Dow Jones y S&P bajaron más de un 3%. Los descensos en Europa fueron menos traumáticos, pero nada despreciables, superando ampliamente el 1% en Frankfurt, Madrid y París.
El Ibex, retrocedió un 1´55%, perdiendo el nivel psicológico de los 9.000 enteros. La rebaja de rating de Moody´s y S&P sobre Dia, no afectó a los títulos de la cadena de alimentación, que lideró los avances en el selectivo revalorizándose un 11%, al tener sobradamente descontada ya esta rebaja. En el lado negativo, los castigos más severos los recibieron Amadeus y Arcelor que cedieron respectivamente un 6´88% y 8´28%.
Muy pocas variaciones en los mercados de deuda y divisas. En estos últimos, el cambio euro/dólar se movió en torno a las 1´14 unidades, terminando por marcar fixing oficial en las 1´133 unidades. En los primeros, el bono español acabó el viernes ofreciendo una rentabilidad del 1´64%, con la prima de riesgo anclada en los 131 p.b. El Tesoro aprovechó esta “calma tensa” para colocar 6.100 millones en papel a distintos plazos, siendo tal vez lo más llamativo el 2´13% que tuvo que ofrecer por las obligaciones a 15 años. La de Letras a 3 y 9 meses siguió saldándose con tipos de interés negativos.
Donde sí hubo muchos movimientos fue en los de crudo. El barril de Brent se desplomó más de un 12%, cayendo a mínimos de los últimos 12 meses, perdiendo desde principios de octubre -que cotizaba por encima de los 86 dólares- más de un 30%, descontando la previsible fuerte caída de la demanda que provocará el enfriamiento económico global. En su caída arrastró a Repsol que se dejó en la semana un 5´08%.
Resultarán determinantes en la dirección que tomen las bolsas en la recta final del ejercicio, las resoluciones que finalmente se adopten en la cumbre de hoy en Bruselas y en la del próximo día 30 en Argentina. Nos jugamos mucho. Crucemos los dedos.