El Ibex cerró su cuarta semana consecutiva en verde. Se revalorizó un 1´28% y partirá el lunes desde los 9.185 enteros, zona que hace solo unos meses era uno de los soportes más sólidos del Ibex… y ahora es la gran resistencia a superar. La tendencia en el exterior fue completamente dispar y así mientras las principales plazas europeas se anotaban ganancias en torno al punto porcentual, Londres sufrió un serio correctivo (se dejó más de un 2%). Paso atrás del dólar con el euro, consiguiendo nuestra divisa recuperar el fixing en las 1´14 unidades. Descensos también del petróleo, cayendo la cotización del barril Brent hasta los 61 dólares.
Con todo, el mercado financiero más activo fue el de deuda, bajando la rentabilidad el bono a 10 años 11 p.b., desde el 1´35% al 1´24% estrechándose la prima de riesgo 4 “pipos”.
Hasta aquí los datos con los que han contado los inversores, pero todos ellos se han sustentado en un sinfín de referencias que han llegado al parqué estas últimas cinco jornadas.
El lunes se conoció la contracción del PIB chino. Ese mismo día, primero el FMI recortó las previsiones de crecimiento para toda la zona euro y después el banco de inversión UBS rebajó el precio objetivo de la mayoría de entidades financieras del selectivo, rebaja que el martes también hicieron JP Morgan, HSBC y Morgan Stanley a Acerinox, Bankia e IAG.
Por su parte, el Tesoro celebró subasta sindicada a 10 años, adjudicando 10.000 millones de euros, con una demanda histórica de 47.000 millones. También emitió papel a 3 y 9 meses por 1.460 millones (a -0´462 y -0´378).
Los focos informativos de la semana estuvieron en la reunión del BCE y en el debate sobre un eventual segundo Referéndum del Brexit. Draghi mandó un mensaje muy negativo sobre las previsiones económicas para la Eurozona, lo que muy probablemente supondrá que -al menos hasta fin de año- no habrá cambios sustanciales en su política monetaria. En cuanto a un posible nuevo Referéndum en Reino Unido, esta alternativa parece poco viable y según la mayoría de los analistas, Londres y Bruselas están condenados a llegar un acuerdo, partiendo con ventaja la U.E.
No deja de resultar paradójico, en un contexto tan complicado y desalentador, el buen arranque bursátil de año, pero -como ya hemos señalado otras veces- la causa del mismo hay que buscarla en el atractivo precio al que cotizan numerosos “blue chips” tras el castigo recibido en 2018. Mantener esta tendencia exigirá primero que no evolucionen a peor ninguno de los problemas que acechan al parqué y segundo, que los resultados empresariales que tienen que publicar en los próximos días compañías como Santander, BBVA o Repsol confirmen la mejora de sus cuentas como la confirmó Bankinter el jueves, al anunciar un beneficio récord de 526 millones. Tenemos buenas sensaciones.