No pudo ser. El Ibex no pudo alcanzar pleno semanal de subidas en este arranque de año y ésta que hoy termina cerró a la baja, lastrado nuestro principal indicador por el pésimo comportamiento del sector bancario. El selectivo perdió un 1´81% cayendo hasta los 9.019 puntos, con la única nota positiva de mantener el nivel psicológico de los 9.000 puntos. Mucha mejor suerte corrieron plazas como París y Londres, ganando el Cac un 2% y el Ftse un 3%.

Muy pocos cambios en los mercados de deuda, crudo y divisas. En los primeros el bono acabó en el 1´23%; en los de petróleo el barril de Brent bajó hasta los 62 dólares y finalmente en los cambiarios, euro y dólar repitieron fixing en las 1´14 unidades.

La vista de todos los inversores ha estado puesta estos últimos días en el Parlamento británico, que dio luz verde a Theresa May para renegociar el Brexit, espoleando a la bolsa londinense. Si esta fue la noticia más destacada en clave positiva, la otra cara de la moneda la puso el dato del PIB italiano del último trimestre, que confirmó la entrada técnica del país transalpino en recesión, al contraerse su economía en ese periodo un 0´2%.

Muchas referencias corporativas las que han llegado al parqué. Gamesa se revalorizó un 13´93%, tras anunciar un beneficio de 18 millones de euros frente a unas pérdidas de 35 millones en el ejercicio anterior. Santander y BBVA publicaron resultados: la entidad cántabra ganó 7.810 millones (un 18% más) y BBVA mejoró sus cuentas un 51%, disparando sus plusvalías hasta los 5.324 millones. También presentaron números CaixaBank y Sabadell, decepcionando ambos a los analistas, lo que se tradujo en serios correctivos (el viernes se dejaron un 7´22% y 9´09% respectivamente).

Semana muy negativa también para Telefónica, que arrastrada por los malos resultados de KPN y Telenor se dejó un 2´44%, registrando pérdidas en cinco de las últimas seis sesiones.

Conocidas ya las cuentas de las principales compañías cotizadas y finalizada sin sorpresas la reunión de la FED, tendremos que estar atentos las próximas jornadas a cómo evolucionan las conversaciones comerciales entre China y EEUU. Tampoco deberíamos perder de vista la “renegociación” del acuerdo del Brexit, acuerdo que será muy difícil de alcanzar al estar muy alejadas las posiciones entre Londres y Bruselas.

Con todo, el Ibex cerró enero con una subida del 6%, su mejor arranque de año desde 2011. No será nada fácil mantener esta tendencia y para conseguirlo sería imprescindible que remitiese la presión del papel sobre el sector financiero, presión que está provocando un castigo manifiestamente excesivo en las cotizaciones, si nos atenemos a los beneficios obtenidos por las principales entidades. Es un despropósito que coticen al precio que cotizan la mayoría de los bancos. Tiene que llegar la cordura.