Subidas notables en una semana “semi festiva” en los mercados financieros, que desde la unificación de calendarios no abren sus puertas ni el Viernes Santo ni tampoco el Lunes de Pascua.
La atención de todos los inversores está ya puesta en las Elecciones Generales españolas que se celebrarán el próximo día 28, unas elecciones con resultado incierto y que sin duda marcarán la tendencia bursátil a corto y medio plazo.
Hasta entonces, tanto el Ibex como las bolsas europeas siguen acumulando ganancias en el ejercicio. El selectivo recupera en lo que va de 2019 algo más del 12% y el Eurostoxx presenta un resultado aún mejor (+16´29%).
En estas cuatro últimas jornadas nuestro principal indicador subió un 1´20% y arrancará el próximo martes desde los 9.581 enteros (máximos anuales). El dinero fijó sus preferencias en valores como Siemens-Gamesa e Inditex, que se revalorizaron respectivamente un 6´39 y 6´46%. Por el contrario el papel penalizó a cotizadas como Endesa, Aena y Grifols que se dejaron un 1´31 y 2´75% los dos primeros y un 3´22% la farmacéutica catalana. En el exterior, dentro de un buen tono general, la nota más alta la consiguió el Dax de Frankfurt, que avanzó un 1´85%.
Cambios prácticamente inapreciables en deuda, divisas y materias primas. La rentabilidad del bono a 10 años pasó del 1´05% al 1´06%, lo que sigue permitiendo al Tesoro español financiarse muy cerca de sus mínimos históricos. Por su parte el fixing euro/dólar que el viernes anterior cerró en las 1´131 unidades, lo hizo el pasado jueves en las 1´125. Finalmente, el barril de Brent terminó muy cerca de los 72 $ (71´95).
Con pequeños adelantos en la búsqueda de un acuerdo comercial entre EE.UU. y el “resto del mundo” y cerrada ya la prórroga a Reino Unido para su salida de la U.E., la noticia macro que acaparó todo el protagonismo en el parqué fue el crecimiento del PIB chino en el primer trimestre de este año, que se fue hasta el 6´4%, una cifra que al menos de momento aleja el fantasma de enfriamiento de la principal economía asiática.
Que la volatilidad en los mercados bursátiles es en muchos casos extrema, lo sabemos todos. Noticias que en principio no parecen determinantes para el futuro de una compañía acaban teniendo una repercusión notable en su cotización. Sin ir más lejos esta semana hemos visto como las acciones de la Juventus de Turín se han desplomado un 20%, tras perder el equipo italiano su eliminatoria de Champions con el Ajax de Ámsterdam. Con episodios como este corremos el riesgo de confundir bolsas con casinos. Indudablemente, la renta variable tiene un alto componente especulativo pero es justo reconocer que cumple un papel decisivo en las economías desarrolladas, facilitando una financiación empresarial muy difícil de conseguir por otras vías. Las bolsas no son casinos.