Las medidas aprobadas el pasado jueves por el BCE -en la penúltima reunión presidida por Draghi antes de ceder el relevo a Lagarde- siguieron el guion previsto por la inmensa mayoría de analistas y el Banco Central despidió esta etapa fiel a su línea de los tres últimos años: flexibilizar al máximo su política monetaria. Reconociendo una situación macro complicada, Draghi anunció tanto que incrementará el gravamen a las posiciones bancarias en liquidez del -0´4% al -0´5% (medida que en principio debería ayudar al crédito) como un nuevo programa de compra de deuda por un importe de 20.000 millones de euros mensuales a partir del próximo 1 de noviembre y durante un periodo de tiempo indeterminado. Ambas medidas dejan prácticamente sin margen al BCE para lanzar futuros estímulos financieros y con el precio oficial del dinero en el 0%, poco más cabe esperar que confiar finalmente en que este “manguerazo” de liquidez surta el efecto deseado y reactive unos indicadores económicos que amenazan con la recesión a algunos países de la zona euro.
Pero a los mercados bursátiles esta situación no parece inquietarle y de hecho los índices estadounidenses y los principales europeos están en zona de máximos históricos, algo más que meritorio dadas las circunstancias.
El Ibex, muy lejos de sus máximos de hace ya más de una década, sí está consiguiendo al menos estas semanas ganar terreno y consolidarse por encima de los 9.000 puntos. En las últimas cinco jornadas el selectivo recuperó un 1´64%, yéndose hasta los 9.137 puntos. Determinante en este avance resultó el magnífico comportamiento del sector bancario, con BBVA y Santander subiendo más de un 8% y Bankinter, CaixaBank y Sabadell un 10%, 12% y 15% respectivamente. Inditex, el valor más capitalizado de la bolsa española, ofreció la peor cara del parqué y sus títulos cayeron un 6´07%, tras presentar la textil gallega unos resultados que no batieron previsiones, aunque aumentaron su beneficio (+10%) y sus ventas (+7%).
Volatilidad extrema en los mercados de deuda. El bono español sufrió oscilaciones espectaculares hasta cerrar en el 0´30%, frente al 0´18% del viernes anterior. No obstante, la prima de riesgo cayó 6 puntos básicos, al perder más terreno aún el bund alemán.
La posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense acabe cediendo a las presiones de Trump y anuncie futuros recortes en sus tipos de cambio oficial, apenas afectaron a un dólar que se movió toda la semana alrededor de las 1´10 unidades. Tampoco el petróleo registró mayores variaciones y partirá el lunes desde los 60´48 dólares, aunque el miércoles llegó a superar los 63.
Termina una semana volátil y complicada. Muy volátil y muy complicada… pero lo hace con un saldo muy favorable, y ya es la tercera consecutiva.