No empezaba la semana con buenos augurios. El ataque con drones a la refinería estatal Aramco en Arabia Saudí el pasado domingo, disparó el precio del petróleo registrando el barril de Brent su mayor subida diaria (+19´5%) desde la Guerra del Golfo en 1991.
Con este nuevo conflicto en el ya de por sí complicadísimo escenario geopolítico, los inversores se decantaron inicialmente por replegar sus carteras, imponiéndose las ventas en todas las plazas bursátiles. Afortunadamente, los ataques cesaron ese mismo día y Aramco anunció que en menos de un mes estaría en condiciones de recuperar sus niveles de actividad previos a los atentados. Esto tranquilizó a unos mercados tremendamente sensibles que sortean un día sí y otro también un aluvión de referencias negativas, como el dato que se conocía este mismo lunes sobre la producción industrial china, que sufría su mayor freno en 17 años repuntando “solo” un 4´4%.
Como contrapeso a estas malas referencias en el parqué gustó que la Reserva Federal estadounidense acabase cediendo a la presión de Trump y decidiera rebajar por primera vez desde 2008 el precio oficial del dinero en EE.UU., pasando del 2´25% a una banda entre el 1´75% y el 2%.
El Ibex enlazó su cuarta semana de ganancias consecutivas, revalorizándose un exiguo pero meritorio 0´45%, liderando los avances valores de segunda fila como IAG, Naturgy y Merlin, que recuperaron respectivamente un 5´09, 5´70 y 6´77%. La nota negativa vino de la mano de Arcelor, cuyos títulos se desplomaron un 11´25% en respuesta al informe de Kepler, rebajando el precio objetivo de la metalúrgica de los 23 a los 15 euros.
Tendencia muy similar al Ibex la que mostraron las principales plazas foráneas, con la excepción del Hang Seng chino que retrocedió un 3´41%, lastrado por el pésimo comportamiento de las compañías petroleras que cotizan en la segunda bolsa asiática.
Muy pocos cambios en los mercados de deuda y divisas: en estos últimos, euro/dólar marcaron fixing en las 1´10 unidades, mientras la rentabilidad del bono español cayó en los primeros al 0´24% frente al 0´30% del viernes anterior. Descenso similar registró el “Bund” alemán, lo que hizo que la prima de riesgo apenas experimentase cambios.
Por su parte, el BCE inició nueva ronda de inyecciones de liquidez al sector bancario con escaso éxito: solo hubo peticiones por 3.400 millones y la banca española en bloque renunció a acudir a la misma. Más exitosas fueron las subastas que celebró el Tesoro esta semana, adjudicando casi 6.000 millones de euros a distintos plazos, ofreciendo interés positivo solo en las emisiones a diez o más años.
Completamente desapercibida pasó la convocatoria de nuevas elecciones, las cuartas en cuatro años. Lamentable el comportamiento de nuestra clase política. Lamentable.