Los mercados están en plena ebullición. Las referencias se suceden vertiginosamente y muchas de ellas son de verdadera enjundia, unas positivas y otras muy negativas. Entre estas últimas, hay que señalar la decisión de Nissan de abandonar Barcelona, pese a haberse comprometido la multinacional nipona hace apenas cinco meses con Sánchez en mantener su fábrica catalana, fábrica de la que dependen -entre directos e indirectos- más de 25.000 empleos; pero también contamos esta vez con noticias de signo favorable y noticias que además gustaron mucho en el parqué. Mención especial en este sentido al anuncio de Bruselas de poner en marcha un gigantesco plan de recuperación para los países más afectados por la crisis del Coronavirus, plan que, entre ayudas no reembolsables y créditos preferentes, movilizarán unos 750.000 millones de euros, de los que aproximadamente 140.000 serán para España, una cantidad mayúscula que sin duda -si se emplea bien- debería ayudar y mucho a recomponer nuestro hoy deterioradísimo tejido empresarial.
Con referencias tan significativas, es normal que otras menos mediáticas pasaran prácticamente desapercibidas y así tuvieron poca o nula transcendencia la pequeña mejoría del IFO alemán, el recrudecimiento de las tensiones comerciales USA/China, la caída del PIB estadounidense del 5% en términos interanuales, o las medidas del Banco Central chino flexibilizando de nuevo su política monetaria.
Las que no pasaron desapercibidas para los inversores, fueron las mejores expectativas para el sector turístico, que ve en el control de la pandemia una posible tabla de salvación para un año que hace solo cuatro semanas daban por perdido. Así, en la bolsa madrileña valores como IAG o Melia lideraban los avances con subidas respectivas del 18´69 y 28´59%. Al final, el Ibex cerró una de las semanas más lustrosas del ejercicio, revalorizándose un 6%, terminando el viernes claramente por encima de los 7.000 enteros (aunque ese día cayó casi un 2%).
Muy productivas también estas últimas cinco jornadas en las principales plazas europeas, con París al frente de todas ellas, ganando el Cac40 un 5´65%. Con todo, fue la de Atenas la más favorecida por la entrada de dinero, recuperando el Athex en torno al 7%.
Bien también el bono, que bajó al 0’56%, permitiendo a la prima de riesgo estrecharse hasta los 100 puntos básicos y mejor aún el euro, que en los mercados de divisas ganó terreno frente al dólar, cruzándose ambas monedas en las 1´11 unidades.
Por segunda semana consecutiva, también en ésta el selectivo ha presentado mucho mejor saldo que sensaciones. Bueno está. Peor sería que el saldo y las sensaciones fueran ambas negativas.