Avalancha de malas referencias. Los inversores han recibido esta semana un cúmulo de noticias negativas que parecen complicar aún más el escenario bursátil a corto y medio plazo. La propagación de la pandemia, con especial virulencia en América y los nuevos rebrotes de Covid19 en nuestro país, dejaron en evidencia a quienes parecían dar por controlado el virus y pusieron claramente de manifiesto que el problema sigue siendo de primerísimo nivel.

La aparición de estos nuevos casos hizo corregir a la baja las previsiones de muchas entidades públicas y privadas y así, mientras la Comisión Europea empeoraba su visión del conjunto de la eurozona rebajando para España la contracción del PIB en 2020 hasta el 10´9%, Citigroup y Credit Suisse restaban peso a la renta variable en sus carteras modelo. Solo las bolsas chinas y el Nasdaq lograban desmarcarse de esta corriente de pesimismo y tanto el CSI 300 como el índice tecnológico estadounidense continuaban exhibiendo su fortaleza.

El Ibex no fue ajeno a este escenario, siendo incluso la plaza con peor comportamiento, dejándose el selectivo un 1´11%. Los valores ligados al sector turístico -sin duda el más penalizado por esta crisis- fueron los que registraron peor comportamiento y así Amadeus, IAG y Meliá cedieron respectivamente un 5´24%, 5´90% y 7´28%. La nota positiva del parqué vino de la mano de Siemens Gamesa. El fabricante de aerogeneradores rentabilizó con una subida del 8´29% la corriente favorable de los inversores por las renovables, tras declarar Christine Lagarde que priorizará este sector en su programa de compra de deuda.

El bono español continuó recuperando terreno en los mercados de deuda, cerrando el viernes en el 0´41%, mientras en los de divisas el euro recuperó con el dólar el nivel de las 1´13 unidades.

El Tesoro adjudicó más de 7.000 millones en sendas subastas a 6 y 12 meses, abaratando en ambos casos el coste de financiación: la de 6 meses la resolvió al -0´50% y la de 12 al -0´46%.

Serio revés a nuestros intereses la elección de Paschald Donohoe como nuevo presidente del Eurogrupo en detrimento de Nadia Calviño, que partía como gran favorita para hacerse con uno de los puestos más relevantes de las instituciones europeas, puesto que además será clave en la gestión de los fondos comunitarios destinados a una reestructuración necesaria de las maltrechas economías de los países de la zona euro. Una verdadera lástima no contar en Bruselas con una cabeza tan bien amueblada como la de Calviño para unos tiempos tan complicados como los que están por venir. Una verdadera lástima.