Semana cargada de noticias. Al parqué siguieron llegando los resultados trimestrales de numerosas cotizadas, siendo los más relevantes de estos últimos cinco días los del Santander y BBVA. El banco cántabro mejoró las perspectivas de la mayoría de expertos y acumuló en el primer trimestre de 2021 un beneficio de 1.608 millones, muy por encima de los 1.200 que pronosticaban el grueso de analistas. Por su parte, la entidad vasca recuperó los beneficios previos a la pandemia y obtuvo una ganancia en los tres primeros meses del año de 1.210 millones. El tercer gigante financiero español -CaixaBank- propuso el miércoles un ERE que afectará a más de 8.000 de sus empleados, ofreciendo las peores condiciones en el sector de los últimos 12 años.
Pero, sin duda, una de las noticias más relevantes de la semana fue la salida a bolsa de Línea Directa. Bankinter -que se queda con el 18% de la aseguradora- colocó el 82% restante entre sus accionistas, canjeando un título del banco por otro de Línea Directa. Como consecuencia de esta operación los títulos de Bankinter se dejaron más de un 18% de su cotización, frente al más del 23% que subieron los de Línea Directa. Ganaron todos.
Mejor de lo esperado se comportó el PIB de EEUU (creció un 6´4%). El IFO alemán, por contra, fue ligeramente inferior al esperado. Jerome Powell mantuvo sin cambios la política monetaria de la Fed, aunque reconoció en su comunicado final que las bolsas daban muestras de “sobrecompra”. Todo un aviso a navegantes.
En relación con la pandemia preocupan a los inversores -y mucho- los pésimos datos que llegan de India, con el virus completamente descontrolado allí.
Tras esta larga introducción destacar, ciñéndonos a la renta variable, que el Ibex fue de largo el índice que mejor se comportó revalorizándose un 2´28%, cerrando abril en máximos de los últimos 13 meses. Indra, que junto con Santander y Sabadell lideró los avances en el selectivo, respondió con una subida del 13´71% a sus resultados trimestrales, resultados que atrajeron el interés de muchos accionistas por la multinacional madrileña.
El IPC alcanzó su nivel más alto desde 2018, disparándose la tasa interanual hasta el 2´2%. Este avance elevó la rentabilidad del bono español hasta el 0´47%. Las inyecciones de liquidez que desde hace años han lanzado los distintos bancos centrales para sostener unas economías en clara recesión, era obvio que acabarían repercutiendo en los precios. Lo importante ahora es controlar este factor de riesgo que históricamente ha lastrado tanto a nuestro país. Con el nivel de deuda que tenemos, un aumento significativo de precios puede resultar letal. Se abre un nuevo frente.