Semana plagada de referencias económicas, con la vista de todos puesta en el dato de empleo norteamericano, finalmente intrascendente. Los más destacados -en positivo- fueron los buenos datos macro publicados en EE. UU. y, en particular, los 568.000 empleos que creó el sector privado. En este capítulo, también hay que destacar el acuerdo alcanzado entre demócratas y republicanos para suspender el techo de endeudamiento hasta septiembre de 2022, evitando que el país incurriese el próximo día 18 en una suspensión de pagos de su deuda nacional. En el lado negativo señalar, además del recorte por parte del FMI de sus previsiones de crecimiento global para este 2021, el desplome de pedidos industriales en Alemania, que se hundieron un 7´7% frente al 2´1% esperado y un “default” de cotización de la promotora inmobiliaria china Evergrande tras una desinversión de más de 5.000 millones de dólares en su filial de gestión inmobiliaria.

Este cruce de datos, compartió protagonismo con el final de la OPA del fondo australiano IFM por hacerse con una participación significativa de Naturgy y con sucesivos máximos históricos del precio del gas.

Los inversores procesaron en positivo estas referencias y el Ibex subió un 1´77%, llegando en algunos momentos de la sesión del viernes a superar el nivel psicológico de los 9.000 enteros. El lunes arrancará desde los 8.955, acumulando una revalorización en 2021 del 10´92%. Los “blue chips” tiraron del selectivo y así, tres de los valores más capitalizados, BBVA, Santander e Iberdrola, se revalorizaron respectivamente un 5´27%, 7´25% y 8´11%%.

El dinero también ganó el pulso al papel en casi todas las plazas, desmarcándose tan solo del verde el Nikkei, que se dejó un 2´50% al topar el índice japonés con la fuerte resistencia que ofrece la zona de los 30.000 yenes.

Fuera de las bolsas -y en lo que a otros mercados hace referencia- la nota más llamativa fue la espectacular subida del bitcoin, cuya cotización recuperó los 50.000 dólares tras ganar más de un 12%. También destacable la subida del barril de Brent, escalando el petróleo hasta los 83 dólares, presionado por una demanda creciente y pese a la decisión el pasado fin de semana de la OPEP de aumentar la producción a partir de noviembre en 400.000 barriles diarios.

Tiempo habrá para analizar en profundidad el proyecto de Presupuestos Generales del Estado enviado por el Gobierno esta semana al Congreso. Sí queremos no obstante señalar -como con tino apuntaba el editorial de esta casa el jueves- que estos presupuestos “se quedan atrás en la carrera por recuperar el tiempo y las oportunidades perdidas en investigación básica, en la transformación del sistema productivo y en la cualificación del empleo disponible”. Más “formas” que “fondos”.