El aumento de problemas de suministros como consecuencia de los sabotajes del gaseoducto Nord Stream, el recrudecimiento de la guerra en Ucrania; la entrada en recesión de EE.UU.; la intervención de emergencia del Banco de Inglaterra iniciando compras masivas de deuda, para intentar calmar los mercados; los nuevos estímulos lanzados por el Gobierno chino para reactivar la economía; los datos de IPC conocidos, bajando el español del 10´5% al 9%, disparándose el alemán hasta el 10%, frente al 7´9% anterior (su mayor tasa desde la II Guerra Mundial). Referencias todas ellas que provocaron que se disparase la volatilidad en la renta variable, con un claro dominio de las órdenes de venta.
El Ibex fue el índice europeo con peor comportamiento, dejándose estas últimos 5 sesiones un 2´86%, hasta los 7.366 puntos, marcando mínimos desde 2020 y cerrando septiembre con caídas del 7%. En el lado positivo, destacaron dos valores de mediana capitalización: la farmacéutica Rovi ganó un 5´9% y la constructora Sacyr subió un 7´8%. En el negativo, Endesa, Grifols y Sadadell registraron las mayores pérdidas, bajando un 9%, 11´4% y 12´3% respectivamente.
En el exterior, caídas en todas las plazas, oscilando los recortes entre el medio punto que cedió el Cac de Paris y el 4´5% que se desplomó del Nikkei japones.
Mucha volatilidad también en los mercados de deuda y divisas. En los primeros, nuestro bono a 10 años repuntó hasta el 3´29%, manteniéndose estable la prima de riesgo por la subida similar que registró el “bund” alemán, mientras el 10 años estadounidense cerró en el 3´74%, tras superar el martes el nivel del 4% por primera vez desde 2010. Mientras, en los de divisas, el euro marcó cambio con el dólar en las 0´97 unidades, muy lejos aún de la paridad (a principios de semana llegó a tocar mínimos de 20 años). Descalabro el lunes de la libra esterlina que sufrió un auténtico “minicrash”, tocando la divisa británica mínimos históricos en los 1´03 dólares, marcando fixing -para cerrar la semana- en las 1´11 unidades.
En los de materias primas, fuerte recuperación del barril de petróleo, avanzando un 1´3%, a la espera de la reunión de la OPEP la próxima semana.
El corto plazo será difícil. Muy difícil. Pero probablemente las bolsas hayan descontado ya buena parte del escenario más negativo que pudiera presentarse. Un Ibex a 7.300 es una magnífica oportunidad para tomar posiciones en bolsa. Con la renta fija tensionada, con el mercado inmobiliario por las nubes, con las criptos en el ojo del huracán, con el dólar en máximos de dos décadas, con el petróleo sin rumbo claro y con una rentabilidad por dividendo del 4%, créanme, comprar renta variable, es una apuesta segura.